Los métodos de protección de la psiquis humana, están destinados a reducir las experiencias que puedan ser traumáticas y negativas y que se manifiestan en un nivel inconsciente. Este término fue originalmente inducido por Freud, para luego ser desarrollado con mayor profundidad por sus seguidores como Anna Freud. Vamos a intentar descubrir en qué momento son útiles estos mecanismos y en qué caso obstaculizan nuestro desarrollo y es preferible reaccionar y actuar de manera consciente.
Acá te mostraremos cuáles son los 9 tipos principales de defensa psicológica que es bastante importante reconocer a tiempo. Los psicoterapeutas se dedican la mayor parte del tiempo a esto, a ayudar al paciente a comprender los mecanismos de protección que limitan su libertad y la espontaneidad de sus reacciones, distorsionan la interacción con las personas que lo rodean.
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Desplazamiento
Esto es la eliminación de experiencias desagradables en la mente. Se manifiesta para olvidar aquello que causa incomodidad psicológica. Se puede comparar con una represa que se puede romper: siempre existe el riesgo de que los recuerdos de eventos desagradables salgan a flote. La psique gasta demasiada energía para reprimirlos.
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Proyección
Se manifiesta en el hecho de que la persona atribuye de manera inconsciente sus sentimientos, pensamientos, deseos o necesidades de las personas que los rodean. Este mecanismo de defensa psicológica permite quitarse la responsabilidad por alguno que otro rasgo de carácter y deseos propios de la persona que considera inaceptables.
Por ejemplo, los celos que algunas veces pueden ser bastante radicales y el resultado de una proyección. Defendiéndose del deseo propio de ser infiel, la persona sospecha entonces traición por parte de su pareja.
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Introyección
Esto es una tendencia a incorporar indiscriminadamente normas, actitudes, reglas de conducta, opiniones o valores de otras personas sin tener que entenderlos y reconsiderarlos de manera crítica. La introyección se parece a tragar enormes pedazos de comida sin tener que masticarla.
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Fusión
En la fusión se borra la diferencia entre el “yo” y el “no yo”. Solamente hay un “nosotros”. El mecanismo de la fusión se expresa con claridad en el primer año de vida de un bebé. La madre y el hijo se fusionan y esto promueve la supervivencia del bebé porque la madre es bastante sensible a las necesidades de él y reacciona ante ellas de manera inmediata. En este caso, es una manifestación saludable de protección.
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Racionalización
Es un intento de encontrar motivos razonables del surgimiento de una situación bastante desagradable o del fracaso. El propósito de este es mantener un nivel elevado de autoestima y convencernos de que no tenemos nada de culpa y que el problema no somos nosotros. Está bastante claro de que sería mucho más beneficioso para el crecimiento y desarrollo personal asumir la responsabilidad de lo sucedido y aprender de la experiencia de la vida.
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Negación
Este mecanismo de protección puede permitir ignorar o negar hechos que son completamente irrefutables, protegiendo la psique de traumas. Es una manera de rechazo completo de incorporar información que no sea nada agradable para nosotros. La mayoría de las veces, la negación se puede convertir en la primera respuesta del dolor de una pérdida.
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Regresión
Permite adaptarse a una situación completamente traumática volviendo de manera inconsciente a las formas habituales de comportamiento de la niñez, tales como el llanto, los caprichos, peticiones emocionales, entre otros. A nivel inconsciente, hemos aprendido que estas formas de comportamiento garantizan la obtención de apoyo y seguridad total.
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Sublimación
Se manifiesta en un intento de olvidarnos de un suceso que nos haya traumado por completo, realizando actividades aceptados por nosotros y por los demás: crear obras artísticas o hacer deportes. Es un mecanismo de defensa bastante productivo que ha dado al mundo una gran cantidad de obras de arte.
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Formación reactiva
En este caso, nuestra mente puede protegernos de los impulsos que son prohibidos, expresando motivaciones opuesta con nuestra conducta o pensamientos ante ello. Se lleva a cabo en dos etapas: primero, se suprime el impulso inaceptable y luego, en el nivel consciente, se manifiesta el impulso diametralmente opuesto.