El físico importa para enamorarnos, es una realidad que a muchos nos cuesta aceptar, porque al hacerlo, estamos asumiendo que los sentimientos se pueden echar a un lado. Pero no es tan sencillo como parece. Expliquemos esto con más detalles.
Hay que recordar, que estar enamorado, no significa que estés amando a alguien. El enamoramiento es solo un preámbulo de la acción del amor. Puede darse de golpe al ver a alguien atractivo y esto tiene su razón de ser.
Los psicólogos concuerdan en que las sociedades, nuestra parte más primitiva, está más viva que nunca cuando se trata de enamorarse. Eso debe a que los “machos y hembras”, hablando en el sentido más básico, tienden a buscar al espécimen con mejores dotes para la procreación. Dirás, “Pero, ¿Eso no nos hace animales?”.
De cierto modo, sí. Y de otro cierto modo, recuerda que Aristóteles, definía al hombre como un animal, y de hecho lo somos, simplemente que dotados de “inteligencia”. Entonces, el físico importa en la medida que, el macho o la hembra, ve en un buen cuerpo y un buen rostro, una potencialidad para la sucesión de sus genes. Claro, todo esto sucede de manera inconsciente.
Ahora bien, en este aspecto, ¿Qué es lo que nos hace humanos en el tema de enamorarnos? El poder de la decisión y la acción de amar. Recuerda lo que dije, el enamoramiento no es amar, son cosas distintas. Es el amar lo que nos hace aún más humanos, pues, uno no ama a un cuerpo, una cara o unas piernas, uno ama lo que la otra persona es, y es por ello, que el amor trasciende incluso más allá de los sentimientos, porque el amor es una decisión.
Ese poder de elección, sobrepasa el tema carnal, hace que el amar, se demuestre más allá del afecto físico y nos lleva a la conclusión de que, sí, el físico puede importar para enamorarnos, pero solo nuestro carácter y personalidad, es lo que importa para que el amor perdure en el tiempo.
Escrito por: Ángel Dichy.