¿Por qué el amor no es un sentimiento, y sí una decisión?

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“Amar es querer el bien del otro”. Santo Tomás de Aquino, un filósofo que vivió por el año 1250, dio lo que es, quizás, la definición más certera, precisa y breve de lo que es el amor en realidad.

Amar es un acto, una decisión, y muchas cosas más, pero no un sentimiento, ¿Por qué? Los sentimientos son estados del ánimo, y al amor es independiente de ellos. Un ejemplo: Cuando vas con quien amas por la calle, y discuten, tu estado de ánimo pasa a ser enojado. Si empieza a llover, la cubres con un paraguas, pero sigues enojado. Tu estado de ánimo es inferior al amor que sientes por ella, ese amor es lo que te hace cubrirla del agua.

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El amor es una decisión en cuanto a que, a pesar de que podamos sentirnos enamorados de alguien, el acto del amor, va más allá de sentir cosas. Amar, es querer que la otra persona esté bien, incluso sobre tu propio bienestar. Puede sonar algo drástico, pero es así.

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Amar se traduce en obras como: Aceptar al otro tal y como es, con sus defectos y virtudes. Amar es colocar el bien común por encima del individual. Amar es quedarse hasta tarde despierto, mientras ella termina de hacer sus cosas, solo para irse a la cama juntos como pareja. Amar es reconocer que tu pareja es el complemento de tu vida.

De hecho, se ha demostrado que el dicho “Los polos opuestos se atraen”, es muy cierto. Ser diferentes, refuerza el núcleo de la relación, porque cada uno podrá aprender más del otro, y a pesar de las diferencias, el amor hace que se acoplen, como piezas de un rompe cabezas.

El amar es algo tan basto que, incluso Van Gogh, definió a la acción de amar, de la siguiente manera: “Cuanto más lo pienso, más me doy cuenta de que no hay nada más artístico que amar a los demás”.

Sí, amar es un arte complejo, hermoso y con muchos matices. Lo irónico del caso es que, a pesar de que amar es una decisión, no podemos elegir de quién enamorarnos.

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Escrito por: Ángel Dichy.