La línea entre el gustar y el amar, suele aclararse a medidas que adquirimos experiencia. Pero, para los más novatos en este asunto del querer, esa línea es difusa y fácil de cruzar sin percatarse. Te explicaremos de la manera más sencilla, las diferencias más importantes entre estos dos estados.
Te gusta si…
Te gusta si te causa deseo su rostro, si te parece atractivo, si su voz te tranquiliza, incluso si te hace falta estar a su lado. El gusto por alguien se determina porque la valoración de sus virtudes domina tu perspectiva sobre él. Es algo condicional, algo temporal que se deteriora conforme las virtudes físicas del otro, se acaban. Es en el plano emocional, en que el gusto y el amor se diferencia, porque el amor, no está atado solo a las virtudes, sino también a los defectos.
Pero el amor y el gusto no son enemigos, de hecho, el gusto es el preámbulo al amor. El asunto está en que la pareja debe detenerse en cada una de las 5 etapas de la relación, para comprender si realmente, puede nacer amor entre ambos.
Lo amas si…
Le amas, cuando reconoces en el otro su esencia. Pero ¿Qué es esa esencia? Es aquel aspecto característico que hace de alguien lo que es. Si tu gusto se dirige a ese aspecto, esa personalidad y ese carácter, entonces lo amas. El sentimiento del deseo muta y se complementa en algo que trascenderá más allá de un cuerpo, más allá de una voz.
La esencia de las personas no solo está llena de virtudes; como se mencionó, el amar consiste en querer no solo lo bueno, sino también en aceptar lo malo en la pareja. A pesar de que el gustar sea el preámbulo del amor, la línea transitoria entre un estado y otro, no siempre se sigue, justamente porque llegamos a una de las etapas de la relación en que nos damos cuenta que alguien realmente no tiene todo nuestro cariño, por ello, siempre es bueno detenerse, evaluarse y preguntarse ¿Qué es lo que siento por mi pareja?