Fuiste mi primer amor real. Vivimos momentos únicos juntos, siempre disfrutando de una buena velada, la tarde eran lindas y las mañanas emocionantes con tus saludos. Tuvimos problemas como cualquier pareja, pero siempre lo solucionábamos, veíamos la manera de salir adelante juntos.
Era muy difícil poder separarme de ti, no quería que el día termine. Los días que no nos veíamos yo contaba las horas hasta que nos encontraríamos de nuevo. Era hermoso. No era perfecto, pero era muy hermosos.
Entonces en un momento se terminó, toda esa felicidad se fue. No fue nada fácil poder aceptar que este amor se ha terminado. Sobre todo, porque a pesar de la ruptura, no se sentía como si fuéramos a estar juntos por última vez. Me sentía perdida sin ti, como si hubieran golpeado mi corazón y causado un agujero en mi estómago.
Sin embargo, nos seguíamos conectados. Eso hizo que siempre tenga esperanzas sobre que en algún momento vayamos a regresar. Quería mantenerme cerca, no quería rendirme a tu amor.
Hubiera querido que me dijera que me amabas, que ibas a volver conmigo y que todo iba a estar mejor. Sin embargo, me dijiste que no te imaginabas con nadie más que conmigo. Y eso fue lo suficiente para quedarme a esperarte. Sabias cual era mi punto débil, sabías lo que quería escuchar para que no me vaya y te espere.
Te espere, te espere y te seguí esperando. Pero cuando quería irme de ese amor sin esperanza, me decías que no podías verme con alguien más y que piensas en mí, me estuviste así por mucho tiempo.
Al final, me di cuenta de lo que era en verdad. Lo único que querías era que me quede a tu lado esperando por algo que no iba a pasar, y sólo me retenías con esas frases que me gustan escuchar. Pero tenía que pensar en mí, tenía que tomar una decisión y mi decisión fue el amor que me tenía a mí misma. Tenía que alejarme de ti, de tu amor tóxico que cada vez me hacía más infeliz.
Te deje, no fue nada fácil me tomo mucho tiempo poder tomar esa decisión y poder sacarte de mi mente. Mis sentimientos poco a poco comenzaron a cambiar y a darme cuenta de que no vales la pena. Ahora me encuentro buscándome, viviendo al máximo y teniendo la esperanza de que en un momento aparezca una persona que me valora por lo que soy y no me haga padecer como tú lo hiciste.
Ahora eres tú quien me busca y me dices que quieres volver conmigo. Que me extrañas mucho y que soy la única mujer que está en tu corazón. Lo siento mucho, porque ya no eres el hombre que ocupa mi corazón. Me siento libre y recuperándome de ese amor que estuve esperanzada por mucho tiempo. Tuve que alejarme para que te des cuenta lo que valía mi amor.