En palabras de Frank Stafford, investigador del Instituto de Análisis Social de la Universidad de Michigan: “Es un patrón muy conocido. Hay una reasignación de las labores en el matrimonio, donde los hombres tienden a trabajar más fuera de casa mientras que las mujeres ejercen más labores domésticas. Y esta situación es peor para las mujeres que trabajan.”
Esto no es algo que se aplica para todas las parejas pero si bien es verdad que los hombres esperan aquellas mujeres que ejerzan cierto tipo de labores en la casa, aun si ellas están trabajando también.

En esta investigación se estudiaron una fuente de datos que va desde 1968 – 2005 sobre el trabajo en Estados Unidos. Examinaron el tiempo que tardaban tanto hombres como las mujeres realizando las tareas del hogar.
Pues bien, descubrieron que las mujeres jóvenes y solteras tardan menos tiempo en realizar tareas domésticas mientras que las mujeres que se encuentran casadas doblaban la cantidad de horas.

Algo impactante que se dedujo en la investigación es que en el año 1976 los números fueron mucho más elevados y esto se debe a que las mujeres trabajaban en un promedio de 26 horas a la semana agregándoles solo en labores del hogar.

Claro está, hace años atrás las mujeres tenían la única tarea de atender siempre su hogar sin importar que otras cosas tuvieran que realizar, esto era su deber. Pero a través del tiempo las voces de las mujeres suenan cada vez más alto y la igualdad de género toma cada vez más espacio, así que actualmente es bastante normal ver parejas que comparten las tareas domésticas y el cuidado y la educación de los hijos.