La paternidad es el reto más grande que un ser humano puede enfrentar. Debes cuidar la salud física, mental y emocional de tus hijos, suplir todos sus gastos y necesidades y aun así hacer todo lo posible porque sean niños sanos, felices y muy inteligentes, completamente preparados para devorarse el mundo. Pero nadie te dice lo importante que es enseñarles a ser buenas personas.
Tan solo desde un tiempo para acá se viene hablando mucho acerca de la empatía. Antes ni siquiera se escuchaba esta palabra. Y el boom de esta palabra viene dado a partir de una necesidad latente en nuestras sociedades, y es que cada vez hay más bullying, crueldad contra animales y personas y frivolidad; con lo cual la empatía es un rasgo naturalmente difícil de encontrar en las personas.
Ahora la empatía hay que enseñarla desde el mismo concepto. Parece que las últimas generaciones desconocen de forma natural lo que es ponerse en los zapatos de sus iguales (todos los seres sobre la Tierra). Ante esto, que tu hijo desarrolle empatía tiene tanto valor como que sea el más inteligente de su clase ¡es un gran logro! Y no solo tienes que aplaudírselo a él, sino a ti mismo.
Nuestros hijos son como esponja, absorben todo, somos su mayor ejemplo a seguir, copiarán lo bueno pero también lo malo. Si quieres un niño educado, gentil y con empatía, tus acciones deben ser consecuentes, tú mismo debes ser amable, empático y generoso. Naturalmente tu hijo te seguirá.
Y en caso de que se comporte de forma inapropiada y cruel a pesar de que das buen ejemplo, corrige a tu hijo. Los niños más caprichosos, a los que a todo se les dice que sí terminan siendo personas soberbias y egoístas. Cada corrección al carácter de tu hijo sentará las bases para hacerle una mejor persona.
El mundo puede ser un lugar difícil, pero educa a tu hijo para que no se convierta en el verdugo de los demás, en uno de los personajes que precisamente hacen del mundo un lugar difícil. Lograr que sea una persona de bien, generosa y con un corazón amable es uno de los mayores logros que podrás tener como padre, un verdadero orgullo, pues esto habla bien de ti, revela que tú también eres una maravillosa persona.
Finalmente, eso es lo que vienen a hacer los hijos a nuestra vida, convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Por amor a tus hijos cambia siempre lo que tengas que cambiar, de esa manera, no solo levantarás a una persona de bien, sino que además terminarás siendo una persona mucho más maravillosa respecto a la que eras antes de ser padre.
Muchos padres pueden alardear de los logros académicos, las posesiones o la belleza física de sus hijos, pero tú alardea antes que nada de la buena persona en la que se ha convertido tu hijo.