El tiempo es el tesoro más valioso que alguien puede darte. Quien te ofrece sus segundos, minutos y horas, te ofrece parte de su vida. Debemos valorar esto, porque cada segundo que pasa, se vuelve irrecuperable.
Quien entiende el valor verdadero del tiempo, comprende que con él no se juega y que debe invertirse al máximo en las cosas que realmente importan en la vida, como los amigos, familiares y amores.
Es el tiempo quien da y quita la vida.
Es el tiempo el que hace que apreciemos lo que tenemos ahora.
Es el tiempo el que nos da la prisa por hacer cosas importantes, hoy.
Es el tiempo el que le da un propósito real a la premura por alcanzar nuestras metas, declarar nuestro amor y aprender de inmediato.
Por ello, no menosprecies a quien otorga su tiempo, y en caso de que no te interese recibirlo, ten el respeto y la humildad de decirlo.
Deja en claro cuando no estás interesada en que otra persona invierta su tiempo en ti, ese será el mayor símbolo de respeto, porque jugar con el tiempo ajeno es una de las cosas más crueles que puede haber.
Así que, dale tiempo al tiempo para que aprendas a apreciarlo, tanto el tuyo, como el de los demás.
Dale tiempo al tiempo, para que no vayas tan deprisa, ni muy lento, sino, justo a tiempo.
Dale tiempo al tiempo, para que nunca desperdicies un solo segundo de tu vida.