Me gusta verme por completo y en retazos para maravillarme con lo que me hace brillar en breves ratos
Me he perdido de tanto pero también me encuentro en tantas cosas que olvido lo malo que pudiera estar pasando
Soy feliz entre la gente, viendo la variedad de rostros que transitan mi ciudad, deleitándome en la cara del niño que ríe con las tonterías de su padre, en la quietud del viejo que perdona al viento mientras camina, en la mesera que está a 5 minutos de salir de su turno nocturno y sueña con encontrarse con su amado.
Te observo detenidamente, de arriba a abajo, tratando de adivinar tus pensamientos y lo que ahora llena o vacía tu pecho. No tienes idea de la infinidad de posibilidades que me invento.
A ratos me detengo a pensar en lo que pudimos ser y tal vez no será, en lo que en definitiva pasó y ya hoy no quiero recordar. En las migajas de mí que quedaron en ese camino que alguna vez transitamos tomados de la mano y que ahora luce borroso en el horizonte.
Me deleita pensar en lo mucho que he crecido, y en todo lo que me falta por alcanzar. En que puedo ser cada día más grande sin ser más que los demás.
Y aquí sigo, a veces distraído, construyendo pacientemente los sueños que me mantienen vivo.