El corazón es una de las partes más importantes del cuerpo, no sólo a nivel físico sino también emocional. Cuando nos enamoramos y somos correspondidos es más fácil estar conectado con el pensamiento positivo, con la alegría, la ilusión y el optimismo. En cambio, cuando no somos correspondidos o nos rompen el corazón por un desamor es imposible darte cuenta de tu verdadero valor. Incluso, te es difícil entender que el dolor que sientes será temporal y no algo eterno.
Por ello, cuando tienes el corazón roto primero debes dar tiempo al tiempo para poder curarlo. Esa receta te ayudará a tomar una perspectiva diferente de los acontecimientos. Te ayudará a poder pensar con más claridad las cosas, de una forma más objetiva. El destino es tan sabio que algún momento descubrirás que incluso ese dolor tiene un significado positivo, ya que gracias a él aprendiste a amar mejor. Podemos decir también, que gracias a un decepción sepas ahora valorar el verdadero amor.
Es fundamental que en un momento de desamor te rodees de tus mejores amigos para no estar solo y tener una mente ocupada. Es bueno que te distraigas con planes diferentes y disfrutes de tu vida social. Aunque no quieras hacer nada es conveniente que te obligues de un cierto modo a seguir con tu vida igual que siempre. Piensa que el mundo no se ha detenido y que tienes que seguir avanzando para encontrar la felicidad, y un futuro un amor que te valore.
La receta única y universal es que confíes en ti mismo, en tu fortaleza y en tu capacidad de poder salir adelante y ser una persona feliz. No te detengas en el pasado. Vive tu presente y proyéctate hacia tu futuro. Verás cómo poco a poco, se curará tu corazón y en el día menos pensado habrás olvidado por completo ese capítulo de tu destino que te hirió.