Lucy Brown, neurocientífica de la Universidad de Medicina Einstein y experta en las respuestas del cerebro en el amor, menciona que por término medio, superar una ruptura sentimental puede valernos entre 6 meses y 2 años.
Quien ama nunca olvida a una persona en algunas semanas. Esto toma su tiempo para perdonar y olvidar, lo cual es un proceso. Por ende, si realmente amaste, permítete vivir tu propio proceso, no entres en distracciones, revisa tus heridas y no lastimes a otra persona más.

Las relaciones saludables solo se crean con un corazón saludable. Desde el desamor uno no puede entregar amor, ni se puede obtener afecto sanamente, simplemente utilizamos el cariño de la otra persona como una bandita o un analgésico.
Esos momentos con esa nueva persona solo pueden distraerte de tu dolor, su atención puede ocasionar que te sientas un poco más apreciada o apreciado. No obstante, no podrás amar ni ser amado realmente si tu mente y tu corazón están en pequeños trozos. Lo que necesitas es tiempo para poder curarte.

Pues bien, es un hecho que un clavo no quita a otro clavo, entonces ¿qué lo saca? El mismo martillo el cual lo clavo, pero no en la misma manera. Un martillo tiene dos partes, una para clavar y la otra parte para quitar los clavos. Asimismo, la vida se compone de tiempos, en este caso tiempo para amar y llorar.
En el tiempo para amar, hay disposición para hacerlo. El clavo se va clavando a medida que vamos conociendo a la persona y vamos teniendo experiencias, todo esto sucede mientras tengamos el corazón abierto.

Cuando estamos el tiempo para llorar y olvidar aquella persona, de la misma manera, lo que hace falta es la disposición. Respeta mucho este tiempo, si tienes que llorar hazlo, si duele mucho solo deja que te duela, si es agobiante recordar lo que paso aprende a recordarlo desde otro punto vista.