No sé quién fue el que inventó esa frase, pero lo que sí sé, es que esa persona no sabía nada del amor.
Cuando un amor termina, martillar la herida colocando a otra persona en su lugar, es una de las peores decisiones. Esto solo en caso de que el amor haya sido real y todavía sientas algo por esa persona.
No podemos crear una relación en los escombros de otra. Es simple, las bases no estarán fijas y terminarás enamorada de una falsa estabilidad emocional en la que, si el pasado vuelve, todo se desmorona.
No digo que no seas capaz de amar a alguien cuando apenas estás sanando la herida de un desamor. Lo que digo, es que debes tener respeto, no por el infeliz que te lastimó, sino por la persona a la que estás entregando una nueva versión de ti.
Aunque lo niegues, esta nueva relación es inestable en la medida que, cualquier cambio, acción o palabra, puede nublar el juicio en tu nueva relación, creando confusión y poniendo en juego no solo tu sentimiento, sino el de tu pareja también.
Así pues, ten un poco de dignidad y respeto, por ti y los demás. Un clavo no saca a otro clavo siempre, solo lo hunde más y más en el recuerdo.