A los osos les encanta la miel, y es algo que hemos visto en las películas o lo hemos leído en algunas historias pero, este hecho no es tan dulce como parece.
Pues bien, es un gran problema para los apicultores, ya que los osos, algunas veces, entran en las granjas de abejas y agarran toda la miel destruyendo así las colmenas.
«Hay verdades que son irrefutables […] una es que los osos son golosos, la otra es, que si no puedes con tu enemigo, únete a él»
Cansando de que los osos le robaran, Ibrahim Sedef un apicultor turco, tomo la decisión de poner varias trampas o ciertos mecanismos para que estos grandes animales dejaran de robarle la miel.
Agotado ya que ninguna de las trampas que había colocado funcionaba, ideo una forma provechando así las habilidades gustativas y olfativas de estos animales como catadores para vender y publicitar su mercancía.
Ibrahim coloco un sistema de cámaras con visión nocturna y una mesa con muestras de miel que el mismo desarrolla, desde la más económica hasta la más costosa.
En las imágenes que se capturaron durante la noche, se demostraba que los osos poseen un paladar muy exquisito y refinado ya que, por ejemplo, no habían agarrado la miel de cerezo la cual era la más barata.
La que más les encanto fue la variedad Anzer, una popular miel turca la cual Ibrahim vende por 275 euros el kilo; esta solo se ve en Turquía y obtiene este nombre ya que se elabora en la llanura Anzer del distrito Ikizdere de la provincia Rize.
Se puede decir que la mejor publicidad que puede hacerse de un artículo gastronómico es una cata realizada por grandes profesionales.