Llega un momento en todas las relaciones de pareja en que es necesario replantearse las cosas. Sea por la circunstancia que fuere, la llama se va apagando y es necesario revivirla de alguna manera para que su unión no tenga fecha de vencimiento.
Actualmente, existen muchas formas de lograrlo, y una de ellas es la relación abierta. Muchas parejas han declarado que les ha sido muy útil implementar esta modalidad de relación para salir de la rutina que representa la monogamia.
Estamos acostumbrados a considerar que una vez que estamos con alguien se trata de un asunto de dos, y si se anota un tercero se considera infidelidad. Es así que todo contacto íntimo es exclusivo entre ellos dos, en especial las relaciones sexuales.
Pese a esto, hay parejas que sin saberlo del todo no se encuentra muy cómodas con esta manera de llevar las cosas, y desean tener contacto con otras personas sin renunciar a su relación. Es aquí donde la opción de una relación abierta se abre paso para responder a ese deseo, y ha resultado exitoso siempre que hay un acuerdo claro entre ambos y que se maneje como algo transitorio, que una vez que se alcance el fin deseado se cierra el contrato.
Es evidente que esto implica grandes riesgos, y por ello es necesario que ciertas reglas queden bien claras antes de emprender la aventura de explorar otras humanidades:
#1 Establecer un acuerdo igualitario
Para evitar futuras disyuntivas, es necesario que aclaren las cosas que disgustan a cada uno y las que pueden permitir, pues a pesar de que suene paradójico una relación abierta debe tener sus límites. Dependiendo de la pareja, hay infinidad de reglas que pueden tomarse en cuenta, como por ejemplo no tener relaciones con la misma persona más de una vez, no quedarse durmiendo con esa otra persona, etc.
#2 Comunicarse abiertamente
Si bien no sabrán cómo irá el asunto a menos que lo emprendan, es importante que vayan informando el uno al otro cómo se van sintiendo y qué van pensando acerca de lo que están haciendo para así modificar el acuerdo inicial. Recuerda que uno puede estar pasándosela bien mientras que el otro está sufriendo, y es necesario que se sepa a tiempo para que la unión no peligre.
#3 Protegerse es ley
Sea con tu pareja o con otra persona, mantener sexo seguro es ley. Sin embargo, debes tener especial cuidado cuando se trata de otras personas, pues podrías contagiarte con una enfermedad de transmisión sexual o arriesgarte a un embarazo no deseado, asuntos que hacen sufrir a ambos miembros de la pareja por igual.
Si ya has probado otras maneras de dar un vuelco a tu relación y no te ha funcionado, ¿quién quita que una relación abierta sea la respuesta? Después de todo, nada tiene por qué salir mal si el asunto se lleva con honestidad.