Es cierto que existen muchas virtudes que nos ayudan a mantener relaciones interpersonales como: la paciencia, empatía, compasión y tolerancia, también lo cuando las personas suelen colocar sus límites en función de lo que se permite.
En muchas ocasiones por ser comprensivos, por posicionarnos en el lugar de los otros y desde el ánimo de resguardar nuestras relaciones podemos tolerar o perdonar hechos que no tienen relación con lo que a nosotros nos gustaría obtener.
Lo lógico es obtener de lo que a cambio le damos a los demás, pero a veces no tiene conexión con la realidad y aun tratando a los demás con respeto, cariño y en pro de incrementar acciones a nuestras relaciones, obtenemos de esas personas actos que reflejan lo contrario, el cual nos incomodan o lastima de algún modo.
Aun así solo nosotros podemos decidir si los actos de los demás nos afectan o no, de seguro nos facilitaremos la vida expresando nuestros puntos límites. Evitemos tomar las cosas de forma personal, muchas de las heridas son producto de malos entendidos, eso no disminuye el dolor, pero podemos no incrementarlo por medio de rencores y resentimientos.
Permite que cada persona sea tal cual como es, si no te agrada la personalidad de esa persona, aléjate ya que seguramente unos de los dos saldrán lastimados. Nadie cambia porque alguien se lo exija, los cambios se generan por cada quien y son versiones mejores de las cuales ya eran.
Debemos respetar a los demás, pero evidentemente resguardando nuestro bienestar y optando en tomar las precauciones necesarias para procurar que lo que obtengamos esté en plena serenidad con lo que deseamos, que generalmente no difiere mucho de lo que nos damos nosotros mismos.