Todas a lo largo de nuestra vida vivimos en una firme búsqueda del hombre ideal, algunas con suerte se les hace fácil a otras no tanto y terminan en las manos de uno que entre entre los tres tipos de hombres menos indicados.
Es muy importante tener en cuenta lo que no queremos que tenga el hombre que debería ser tu pareja, también lo que buscamos en el hombre ideal, ya que es la base para una búsqueda eficaz del amor verdadero.
Hay hombres que pueden ser descartados inmediatamente si entran en uno de los tres tipos que nunca deberían ser tu pareja, estos tres tipos engloban características que ninguna mujer quiere que tenga el hombre de su vida.
El mitómano
Cuando entablamos una relación con un hombre, lo primero que queremos es lograr confiar en él, ya que en eso se basan las relaciones duraderas, en la confianza, por esto es necesario estar seguras de que podemos hacerlo.
El mitómano es ese tipo de hombres que por más que lo intente, no puede dejar de mentir, y lo peor es que lo hacen descaradamente y hasta son capaces de decírtelo en la cara como si fuera muy normal.
A la primera mentira que le descubramos, hay que descartarlo inmediatamente, porque quien miente una vez, miente cuando quiera y normalmente siempre quieren hacerlo, así que cuídate de los mitómanos que son muchos.
El mujeriego
Siempre nos encontramos a ese tipo de hombres que no pierden una oportunidad para echarle una miradita a cualquier mujer que le pase por al frente y hasta guiñarle el ojo disimuladamente e incluso con descaro.
Debemos estar al pendiente en todo momento de este tipo de hombres, observar desde la primera cita como se comporta en la calle y en la más mínima muestra de inclusión en este tipo, descartarlo de inmediato.
El violento
Hay hombres que sin querer nos dan pistas de su forma de ser en realidad, mas allá de las apariencias que pretenden mostrar cuando nos están pretendiendo, es de vital importancia estar pendiente de cada detalle.
El hombre violento normalmente se muestra muy pacífico y amable y suele establecer mucho contacto físico desde el primer momento, sin embargo podemos analizar cuál es su reacción ante situaciones accidentales.
Por ejemplo, si le derramamos un poco de agua en la ropa haciendo que parezca un accidente, esto hará que salga a flote la verdadera naturaleza y así podemos averiguar si es del tipo violento o pacifico.