Los mejores amigos son los espejos de nuestras virtudes y defectos. Por ello bien dicen, dime con quién andas, y te diré quién eres. No hay persona más solitaria en este mundo, que aquel que no tiene un mejor amigo. Y de cierto modo, es así. Podemos tener cientos de conocidos y compañeros, pero siempre destacaremos a un pequeño grupo al cual priorizaremos sobre todos los demás. No es una cuestión de capricho, sino de valorar las verdaderas amistades.
- Nos ayudan a conocernos a nosotros mismos: El primero de los grandes beneficios de tener mejores amigos, es el de reconocer quiénes somos en realidad. Ellos están ahí no solo para apoyarnos y disfrutar a nuestro de nuestras victorias, sino también, para decirte quién eres. Ellos son los únicos que pueden criticarnos sin sentirnos ofendidos, porque hay una relación entre ustedes que hace que, todo lo que se diga, sea reconocido como una opinión sincera y desinteresada, sin intensiones de lastimar, sino de ayudarte a ser mejor persona.
- Son nuestro baúl de emociones: Las verdaderas amistades están para cuando necesitas expresar lo que sientes y nadie más te escucha. Ya sea por un desamor, una pérdida o algún otro motivo que te carcoma el corazón, tu verdadera amiga estará para que deposites en ella, todo lo que quieras sacarte del pecho, porque a veces, el dolor pesa mucho para que cargues con ello, tú sola.
- Compañera de aventuras: ¿Nunca has querido salir a conocer algún lugar del mundo, experimentar nuevas cosas o a aventurarte hacer algo arriesgado, y no lo has hecho porque tu amiga te ha dicho que no puede acompañarte? Bueno, justo por eso son nuestras mejores amigas, porque quizás ellas reconocen el peligro donde tú ves la aventura. Están para aconsejarte y mantenerte alejada de ideas un poco tontas o arriesgadas. Pero, hay otros tipos de amigas que sí se arriesgan con nosotras, porque quizás ellas están igual de locas o sienten que la mejor manera de vivir es tomando estas aventuras por los cuernos. el asunto de vivir al límite para algunas personas resulta adictivo, y tener alguien con quien compartir esa idea, es lo mejor.
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