Pedro.
Alfred.
Gustavo.
Elías.
María.
Jessica.
Samantha.
Gabriela.
Andrea.
Daniela.
Todos tenemos un error en nuestra vida, con un nombre, con un apellido. Ese error al que le entregamos todo lo que había en nosotros. Ese error nos devolvió incompletos. Ese error que amamos tan fuerte, que nos volvió ciegos y no nos percatamos, de que solo jugó con nosotros.
Ese error que no valoró nuestra dignidad, es un error que lo tenemos todos. Ese error que vino a destruir con los pies, el amor que habíamos construido con tanto esmero usando nuestras propias manos.
Un error encantador, que incluso hoy provoca algo de excitación al recordarle. Ese mismo error que mezcla el deseo de venganza, con las ganas de una noche más a su lado.
Ese error a veces permaneces, latente, insistente y cínico. A veces, simplemente desaparece por completo. Ese error que supuestamente aún nos ama, pero que solo con su presencia, evoca los más pesares recuerdos.
Todos tenemos ese error al que una vez amamos…
Todos tenemos un error que quizá, queramos volver a cometer.
Todos tenemos un error… Con un nombre.