Existe casi un decálogo de todo aquellcomienzo se debe hacer cuando apenas se empieza a conocer a la persona de una nueva relación sentimental o de pareja.
Ello con la finalidad de asegurar el futuro como pareja y hacer todo dentro de un marco de colaboración.

Si no se desea que la confianza sea difícil de lograr, así como el compromiso, es mejor evitar hacer cualquiera de las siguientes acciones, lo cual promete una relación seria y estable, así como bonita y duradera para cualquiera.
La primera es ir muy a prisa, es mejor dar tiempo a que el vínculo se fortalezca y permitir que las cosas fluyan según su curso natural, sin forzar nada; la segunda es ir muy despacio: la tardanza extrema termina por aburrir a cualquiera, y nadie se queda a esperar en donde no recibe ni se mueve nada.
Fingir ser algo que no se es, es algo muy poco inteligente y muy poco estratégico, pues puede que, durante algunos días, el resto del mundo nos crea el personaje que somos, pero cuando quiera conocernos de verdad se topará con que en realidad somos muy diferentes a cómo nuestras personalidades fueron planteadas desde el inicio de la relación, aunque ésta no fuese aún tan implicada.
Otro pecado mortal al inicio de las relaciones de pareja que ya hemos comentado es el abandonar nuestras amistades.
Entonces, el mensaje es claro: no debemos abandonar a nuestras amigas y amigos, esto no significa que tengamos que invitarlos cada vez que tengamos una cita o que los involucremos directamente y de mamera personal con nuestras relaciones.
Sino que se se trata de planificarnoa y organizar nueatro tiempo, de tal manera que podamoa cumplir con todo lo que nos rodea, incluyendo familia, amigos, momentos personales y con nuestra pareja.
Recordemos que si algo no funciona en nuestra relación, los primeros que estarán allí para apoyarnos son nuestra familia y amigos, ya que esto es un vínculo para siempre.