¿Por qué nos gusta lo que no podemos tener? Siempre nos llama la atención lo que lo vemos difícil de obtener, lo que no nos hace caso. Llegando a la obsesión de querer tenerlo a toda costa sin importa el precio, llegar a humillarnos por conseguirlo.
Dicen que los rechazos románticos hacen que estimule parte del cerebro asociada con la motivación, la recompensa, la adicción y los antojos. Utilizando una resonancia magnética funcional.
Se realizó un experimento donde examinaron el cerebro de 15 hombres y mujeres de edad universitaria que recientemente habían sido rechazados por sus parejas, afirmaban que todavía estaban intensamente “enamorados”. Durante la exploración, las personas miraron una foto de la persona que los había rechazado. Luego completaron un ejercicio de matemáticas, como contar hacia atrás. El ejercicio fue para distraer a los participantes de sus pensamientos románticos. Finalmente, se les mostró una foto de una persona neutra para ellos.
El equipo encontró que los cerebros de las personas eran más activos en áreas relacionadas con la motivación, la recompensa, el antojo, la adicción, el dolor físico y la angustia cuando miraban la foto de la persona que los había rechazo que de la persona neutra.
Pero los resultados no nos dan una idea de por qué respondemos al rechazo romántico de esta manera, y no responde a la pregunta de cómo hemos desarrollado esa tendencia de querer lo que no podemos tener.
Podemos pensar que es una cuestión de angustia y dolor. Pero tampoco puede ser la respuesta completa. Podemos estar locamente enamorados de alguien que no nos quiere, siendo la situación tan dolorosa como cuando alguien te termina.
Ya para terminar, existe una explicación de “conclusión diferente”: Si tenemos una historia de haber sido rechazados, el subconsciente puede buscar escenarios similares, esperando que la historia tenga un final diferente la próxima vez. Para mala suerte no existe ese final diferente. Vale la pena recordar la definición de Einstein sobre la locura. Define a la locura como hacer una cosa una y otra vez esperando un resultado diferente.