El amor se debe demostrar, pero nunca jamás se debe mendigar. Te merece aquel que dice menos pero hace más. No te merece quien solo te busca cuando te necesita sino quien está a tu lado cuando le necesitas y no solo cuando su interés se lo permite. Te merece quien sin esperar nada te lleva dentro, te siente y te hace sentir importante en su vida.
No existe la falta de tiempo, existe la falta de interésDicen que no existe la falta de tiempo, que existe la falta de interés, porque alguien quiere hacer algo realmente siempre encuentra la forma de hacerlo.
Muchas veces quien mucho se espera termina decepcionándose y sufriendo. Por eso debemos revisar nuestras expectativas y meternos en la cabeza que nuestras expectativas son nuestras y los dejarlo a cargo de otras personas, de esa forma evitas llevarte una decepción. Porque un dolor emocional a nivel emocional puede tener el mismo efecto que el dolor físico.
Así que, no podemos dejar que el tiempo se encargue de curar ese dolor, tenemos que trabajar sobre él y extraer las enseñanzas que nos brinda.
A veces se tiene la falsa creencia de que el malestar psicológico es signo de debilidad y de que, al mismo tiempo, el tiempo curará las heridas sin necesidad de “desinfectarlas” ni de poner vendas o parches para evitar que sangre.
Valórate, quiérete bienBríndale tiempo a las personas que realmente se lo merece y que te hace sentir bien. No mendigues la atención, la amistad ni el amor de nadie. Quien te quiere, te lo demuestra tarde o temprano.
Por eso, si vives en una situación de injusticia emocional así recuerda:
No llames a quien no te llame y no conteste tus llamadas. No busques a quien no te extrañe. No extrañes a quien no te busca. No escribas, no te humilles, no te sometas al castigo de la indiferencia que demuestran mensajes ignorados o silencios infundados.
No esperes a quien no te espera, valórate y deja de mendigar y de rogar amor. Porque, como hemos dicho, el amor se debe demostrar y sentir, pero jamás implorar. Tu cariño debe ser para quienes te quieren y te comprenden sin juzgarte.
Y sobre todo no te olvides del valor de tu sonrisa ante el espejo, quiérete y valórate por todo lo que eres.