Como ya bien lo sabes, no importa cuánto tiempo lleves con tu pareja: la infidelidad está a la orden del día para todo aquel que esté dispuesto a caer en ello. Es así que las parejas estables pueden atravesar por el desengaño que implica la presencia de un tercer (y hasta un cuarto) individuo en calidad de intimidad sin que el otro sepa qué es lo que está pasando.
Es así que si alguien decide estar con otra persona que no es su pareja, ¿por qué no termina con la relación que llevaba para poder estar con alguien más? Por más que a veces no se entienda, hay 3 razones fundamentales por las que un infiel, así siga engañando, no deja a su pareja oficial:
#1 Temor al riesgo de quedarse sin su pareja: ya que tienen tanto tiempo involucrados en una relación estable, por nada del mundo quieren que se termine. Entonces prefieren tomar el engaño como una simple noche de pasión, entendiendo que no le conviene perder lo que ha ganado con su novia a cambio de la incertidumbre.
#2 Se siente cómodo con lo que tiene: ya tiene toda una rutina armada en su vida sobre lo que hace y no hace con su pareja. Ya conoce sus gustos, sus habilidades y defectos, su forma de ser, su familia, sus amigos… y viceversa. La verdad es que a un infiel le parece demasiado incómodo empezar de nuevo en este sentido.
#3 Todavía sienten algo fuerte por su pareja: para muchos de quienes incursionan en el mundo de la infidelidad, una noche de pasión es sólo eso y nada más. Lo tratan como algo pasajero que no implica que no sigan sintiendo amor por su pareja, o la verdad es que no están tan seguros de lo que quieren y prefieren quedarse en su zona de confort.