Hay un dicho muy famoso, el cual profesa que “de amor nadie se muere”, pero tal parece que la ciencia encargada de estudiar y analizar todo lo que engloba al mundo, incluyendo hasta el tema mas mínimo y remoto en la sociedad, ha desmentido tan famosa frase. Y es que, resulta que un estudio acaba de confirmar que sufrir por un ex amor aumenta las posibilidades de padecer cáncer.
Científicos presentaron su investigación en la revista American Heart Association, en donde señalan que el Síndrome de Corazón Roto sí pone en riesgo nuestra vida.
El doctor Christian Templin —autor de la investigación y director del departamento de Atención Cardíaca en el Hospital Universitario de Zúrich— encontró una curiosa correlación entre las afecciones cardíacas y el desarrollo tardío de cáncer en alguna zona cercana al pecho:
“Existe una potente interacción entre el Síndrome del Corazón Roto y los tumores. Al menos una (1) de cada seis (6) personas que padeció esta condición previamente desarrolló cáncer, y con ello hasta el 60% de probabilidades de morir dentro de los siguientes cinco (5) años”.
Templin y su equipo evaluaron la condición general de mil seisicientos (1.600) pacientes diagnosticados con Síndrome de Corazón Roto. Casi el 90% de ellos eran mujeres, poco más de la mitad contrajo cáncer de mama, o bien cáncer en el sistema gastrointestinal derivado de un tumor.
En los hombres, dos (2) de cada quince (15) presentó historial de tumores cancerosos en el sistema gastrointestinal o garganta, pero la cifra se acuñó en las conclusiones como más frecuente en mujeres. Templin detalló una propuesta para sus hallazgos:

«Se debe explorar el mecanismo por el cual el Síndrome de Corazón Roto detona diversas malignidades de cáncer. Esto ayudaría a la vez al tratamiento y prevención. Nuestros hallazgos brindan una razón adicional para investigar los posibles efectos cardiotóxicos de la quimioterapia».
De acuerdo a la unidad médica internacional Mayo Clinic, la condición fue descubierta en Japón a principios de la década de los 90.
Se refiere al conjunto de síntomas en los que el paciente experimenta mucha ansiedad y estrés, repercutiendo en su presión sanguínea, dando como resultado latidos débiles, dolor de pecho crónico y hasta paros cardíacos.