Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender. Esta comprensión implica comunicación, y esto último es lo que falla en la mayoría de la parejas que acuden a las consultas de Psicología. La comunicación en la pareja determina, no solo la calidad de la relación, sino también una parte importante en nuestra calidad de vida.
El planeta está poblado de parejas que han perdido su espacio de entendimiento y se ven abocadas a un círculo vicioso de reproches y negatividad. Esto, hace que presten excesiva atención a lo que les molesta del otro y a lo que les gustaría cambiar en su forma de ser. Más que pretender solucionar los problemas que asolan su relación, buscan que su pareja se amolde a sus deseos.
Nuestra pareja no puede ni tiene por qué comportarse igual que nosotros. Enfadarnos por todo lo que hace sin tratar de entenderla o intentar cambiarla constantemente es un error. Aunque es importante tener cierta afinidad, no tenemos por qué pensar igual. Entender esto nos ayudará a ser mucho más comprensivos el uno con el otro, más tolerantes y justos.
“Solo el desarrollo de la compasión y la comprensión de los demás nos puede traer la tranquilidad y la felicidad que todos buscamos”
-Dalai Lama XIV-
El verdadero amor nace de la comprensión
Las relaciones de pareja pueden trasformarse en una amenaza, especialmente cuando se tienen expectativas poco tolerantes respecto al comportamiento, carácter o detalles que debería tener el otro. Lo normal es que a medida que la relación va madurando, aprendemos a ser tolerantes con el otro y a aceptarlo tal y como es. Sin embargo, no siempre sucede así.
Cuando en las relaciones prima el dominio, la posesión y los celos es por que el egoísmo ha ganado protagonismo. En cambio, cuando en las parejas prevalece la tolerancia y la comprensión el amor será el sentimiento alrededor de los que nazcan todos los demás. Un amor que por otro lado se alimenta de la escucha, de la libertad y de las ganas de compartir.
Cuando nos esforzamos en escuchar y en entender al otro, estamos dejando de lado nuestro individualismo para afrontar como una pareja los problemas que se nos vayan presentando. El verdadero amor puede mandar cuando aceptamos “a la otra parte” como alguien que tiene su propia personalidad e identidad.
Cuando somos capaces de entender cómo se siente nuestra pareja, podemos basarnos en esta comprensión para guiar nuestras interacciones con ellas. Piensa que el amor no es una unión, no una lucha.
“La mitad del mundo no puede comprender los placeres de la otra mitad”
-Jane Austen-
Fuente: La mente es maravillosa