Lo estas apenas conociendo y su sonrisa, su mirada y sus halagos te tienen volando por los cielos. Tomas la decisión de otorgarle una oportunidad, y de manera repentina, concluyes que estás completamente enamorada de ese sujeto, a pesar de que hayas salido con él solo dos veces. Ya estás pensando en matrimonio y en cómo será como papá de tus propios hijos, aun cuando en ningún momento él te ha comentado o te ha expresado esos tipos de planes. Todo va como tú lo querías hasta que de repente, ves de que él no corresponde tu sentir como lo pensabas, ya sea porque se distancio o porque te lo dijo de forma clara.
La psicóloga y terapeuta sexual Karen Vázquez Chéverez indica que hay que conocer las distinciones de lo que es el enamoramiento a de lo que es el amor. El primero “se puede dar tan rápido como en una primera cita. Enamorarse es atracción, es química corporal. No estamos hablando de amar”.

La psicóloga explica que al comienzo de conocer a una persona “nace un querer, una intención de querer estar, nace una disponibilidad, pero el amor, si entendemos en sí lo que es el amor, se distancia de lo que es el romanticismo”. Esto incluye querer “estar con la persona escogida pese a que haya diferencias, pero unas diferencias conciliadas” ya que “pasa a ser una decisión consciente”, y es un desarrollo que tomará su tiempo.
Una baja autoestima, la exigencia de afecto y algunas inseguridades pueden dejar este ciclo de comportamiento, que entre sus efectos incluye la probabilidad de casarse o convivir “con el enemigo” porque “cuando se van a la convivencia se dan cuenta de que están en una relación tóxica, donde existe la violencia de género, o se da la violencia doméstica, donde no hay forma de que la persona pueda evolucionar y se lastima mucho”.
Argumenta que esta tipo de aptitud no se observar igual en ambos géneros ya que “la mujer se conecta más rápido por el afecto y el hombre más rápido por el sexo”, mas esto “no quiere decir que no haya hombres que no puedan tener motivaciones similares a las de algunas mujeres, que es que tienen unas necesidades emocionales no atendidas, y que vengan con una baja autoestima, que tengan alguna inseguridad, y amarrarse o afianzarse en una relación de pareja sea bien importante para él”.

La escritora y autora de El despertar del deseo y El vestido roto destaca que “lo más importante cuando se trabaja a nivel terapéutico es que la persona pueda entender que el patrón que tiene no es saludable, que los motivos por los cuales está teniendo o tratando de tener una relación de pareja son motivos no saludables”.
Algunas señales que indica que eres una persona que se enamora rápido
Idealiza a las personas:
No ver los defectos de esa persona, y si los descubres, los justifica más allá de la seriedad de los mismos.
Confunden un momento bajo las sabanas con amor:
Si tuvieron un momento de pasión bajo las sabanas, se preguntan: ¿Qué somos ahora? ¿Pareja? ¿Somos novios ya?’. “Buscan una definición inmediata con relación a lo que ocurrió, como si sexo fuera igual a amor”, indica la doctora.
La hace pensar que la “completa”:
El ser humano requiere estar en una relación de pareja para sentirse totalmente realizada. Presenta pánico a la soledad, lo que genera que no se aporte el espacio para sanar sus heridas tras una separación, y ya entrar en otra relación.
Comparte datos privilegiados:
Esta dinámica se da finalizando de conocer al sujeto. Información como cuentas parejas ha tenido, si sufrió algún tipo de maltrato, si fue abusada y otros datos los cuales son relevantes de su pasado. “Es como victimizarse tratando también de llamar la atención, y es una información que no necesariamente se comparte”.
Confunde las indicaciones:
Hace una interpretación equivocada de la personalidad del otro sujeto. “Ser simpático puede interpretarse como que está seduciendo”, dice Vázquez Chéverez. Considera un buen acuerdo como amor.