La palabra paciencia nos pones los pelos de punto. Es inevitable ser paciente y más cuando anhelamos algo. Lo malo que, el que espera, desespera y se confunde. Y recibimos al que no queríamos recibir sólo por la desesperación.
Nunca te canses de esperar. Como dicen, lo bueno siempre demora en llegar.
Pero debemos saber que la paciencia es mucho más que la espera, es la expectativa calmada, es una especie de pausa de nuestro anhelo. La paciencia hace que entremos en razón y despertándonos de la desesperación.
El que espera y no desespera encuentra lo inesperado
A veces creemos que la vida nos dice “No”, cuando en verdad nos está diciendo “espera”. Solemos tomarlo mal, por motivo que la espera es muy largo. Pensando que nunca llegará.
A veces no sentimos que nos cansamos, que no llega nada de lo que pretendemos crear y que la vida no está hecha para nosotros. Algo que está mal porque lo que nos está diciendo, es que esperemos un poco más para conseguir lo que queremos.
Trabajar la paciencia para conocerse a uno mismo
Para contemplar el mundo con mayor entendimiento y sensatez debemos ser personas calmadas, pacientes y seguras de sí mismas.
Te brindamos las claves para que alcances la sabiduría y puedas ser una persona paciente.
1.- Respira
Es un buen recurso respirar profundamente, pues eso nos ayuda a reflexionar. Tomate por ello unos segundos para respirar, ofreciendo una calma en tu interior.
2.- Descubre por qué tienes tanta prisa
Tienes que pensar en las razones que te están impacientando. Pensar sobre ello e incluso escribirlo puede ayudarte a calmarte.
3.- Identifica lo que habitualmente te genera impaciencia
Hay la posibilidad que sean otras personas o tú mismo. Tienes que averiguar sobre ello, eso hará que encuentres el equilibrio en tu vida y puedas disminuir la desesperación.
4.- ¿Tu paciencia es útil o está justificada?
Tienes que hacerte esta pregunta para poder encontrar la respuesta y así fomentar la calma. Busca los patrones y considera sin miedo la posibilidad de dejar ir lo que no te está haciendo bien.
5.- Tómate tu tiempo y espera lo inesperado
Tienes que entender las cosas no siempre salen como quieres a pesar de todo lo que te has proyectado. Acepta que la vida gira y nos da cientos de vueltas hasta acabar donde deseamos. Tienes que comprender a los demás y ser realista sobre las expectativas.
6.- No tengas miedo de cambiar y no te olvides de ensayar
Desarrollar la paciencia es dejar los malos hábitos que te llevan a tomar el mal camino. Poco a poco aprenderás a controlarlo, lo primero que tienes que hacer es tener la iniciativa de querer hacerlo y comenzar.