Por más que te hayan hecho el mayor de los daños, por más que hayas sufrido por alguien que no te dio el valor que merecías, que te lastimó sin medida y que hoy no se acuerda de ti, siempre habrá alguien que te sostendrá y te curará las heridas que aquel te causó.
Aquel que te golpeó el corazón y te hizo pensar que el amor es lo peor que existe, no podrá nunca reconstruir lo que destruyó. Ahora es momento de dar paso a alguien más que sí tenga la intención de recolectar las piezas y reunirlas de una manera distinta.
Ese que hará que tu corazón vuelva a latir de alegría porque sabe que está con alguien que lo cuida y lo protege de todo mal. Sin embargo, no te creas: las cosas pasan por algo. Tal vez si esa persona no hubiese roto tus sentimientos, no hubieses conocido a ese con quien estarás que está esperando sólo por conocerte y darte todo de sí mismo.
Nunca olvides, aún en la más profunda de las tristezas, que así como hoy te han herido mañana pueden hacerte sonreír de nuevo, y que no eres la única persona en el mundo que ha pasado por esto y luego ha salido adelante. Toma esta experiencia como una oportunidad única de conocerte mejor y prepararte ante la posibilidad de que alguien más llegue con malas intenciones y así no le permitas que te dañe nunca más.