Esperé mucho tiempo en decirte las cosas que me hacían daño y cuando te las dije nunca hiciste nada para resolverlo. Ambos sabíamos que estábamos llegando a nuestro tope, que muy pronto todo se iba a terminar por derrumbar.
Dejarte ir, duele . Duele recordarte y pensar en todo lo que pudimos hacer para seguir juntos pero que nunca pudimos hacer. Dejamos que muriéramos y dejamos que todo influyera para no luchar y mejor perdernos.
Ambos fuimos llenando el vaso gota por gota. Con todos los problemas, discusiones, engaños, mentiras, ofensas y todas esas cosas que hacían a la misma vez una herida dentro de cada uno de nosotros. Duele el haberte perdido y duele aún más darte cuenta que esta vez es la última, que esta vez no habrá marcha atrás porque no vale la pena seguir tratando, porque no vale la pena pensar en una posibilidad. No vale la pena seguir intentándolo si al final el vaso volverá a llenarse y volverá a derramarse entre nosotros dos.

Quisiera saber porque en ocasiones no somos capaces de entender las cosas y luchar por lo que queremos mientras no es demasiado tarde. Luchar y luchar sin permitir que todo se esfume. Quisiera saber si piensas lo mismo que yo, si pensaste en seguir luchado, si en verdad esto te importó alguna vez. Quisiera saber que papel tomé en tu vida y que es lo que siempre buscaste en mí o que fue lo que te retuvo por tanto tiempo.Quisiera saber si alguna vez pensaste en luchar por mí y por este sentimiento que ahora no sabemos que paso con él, que ahora no sabemos en que lugar murió y como podríamos regresarlo a su estado natural. El sentimiento de amor quizá solo se fue y nos dejo con las heridas que fuimos causándonos nosotros mismos. No podemos culpar a nadie más, solo nosotros nos equivocamos, solo tú y yo pudimos remediarlo pero no hicimos nada, no tuvimos el valor de ir detrás de ese amor que un día nos juramos tener para siempre. Y al final cayó la gota que derramo nuestro vaso…
Fuente: Ser Mejor Persona
