Uno de los valores más importantes y esenciales en la vida es la honestidad, sin embargo, ésta a veces pudiese ser repudiada, ya que en ocasiones causa dolor, lastima y separa. Pero, es mejor una verdad que una mentira, pues con la verdad ante cualquier escenario, se puede buscar la mejor alternativa, inclusive tomar acciones constructivas, mientras que con la mentira poco quedará por hacer.
Aunque hay mentiras que jamás se descubren, estas tienden a flotar y hacerse visible tarde o temprano. Y al ser descubiertas el dolor es multiplicado, porque está el que genera lo que se ocultó o de lo cual se administró convenientemente la información y está el que genera la mentira en sí.
Perder la confianza en alguno de nuestros afectos, resulta en muchas ocasiones devastador. Pero, hay veces que con toda la responsabilidad que ello implica decidimos dar una segunda oportunidad a quien nos traicionó, resultando en ocasiones como haberle dado a quien no logró matarnos de un primer disparo, otras balas a ver si ahora el fin es letal.
Debemos aprender que pocas son las personas que merecen confianza, que es peligroso entregarnos por completo, que las segundas oportunidades por lo general no son merecidas, que la honestidad es realmente escasa, que quienes más amas tienen mayor capacidad de lastimarte.
En fin, por miedo a que nos lastimen solemos alejarnos de lo que somos en esencia, y corremos el riesgo de envolvernos con la coraza más resistente de todas, que, aunque no entran las mentiras, tampoco se cuela el amor.
Aprendamos a filtrar lo que nos ocurre, evitando generalizar, inclusive evitando traer a nuestro presente experiencias de nuestro pasado que nos hayan resultado incómodas o dolorosas, ya que de esa manera nuestro enfoque se dirige a aquello que nos ha lastimado y por atracción, en nuestra vida con facilidad se presentarán situaciones similares a esas que irónicamente nos gustaría evitar.
Todo lo que intentamos evitar, lo atraemos. Así que seamos lo más parecido a eso que nos gustaría tener cerca y sigamos adelante con más experiencia y dispuestos a recibir la honestidad que nos merecemos.