Sí, realmente existen mujeres que se arrepienten de tener hijos.

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Muchas madres, consideran la maternidad como lo mejor que les ha sucedido en la vida, sin embargo, hay madres que desean no haber tenido hijos, y esta es la razón.

Ser madre es la etapa más bonitas de la mayoría de las mujeres, en donde se sienten realizadas como personas, al tener a cargo una vida a la que educarán y moldearán, de acuerdo a sus principios. Pero, no para todas es el mismo sentimiento, pues, aunque sea algo difícil y absurdo de creer, existen madres que se arrepienten de tener hijos.

En cambio, estas madres ven la maternidad como algo odioso, y una traba en su vida. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el 2018 nacieron en España, cuatrocientos diecinueve mil ciento nueve (419.109) niños, es decir, al menos, cuatrocientos mil (400.000) mujeres se convirtieron en madres. Pero eso, no significa que sean del todo felices.

La socióloga israelí, Orna Donath ha analizado la realidad de estas mujeres que aseguran que, si pudieran regresar el tiempo, lo harían sin dudarlo.

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La experta recopiló la experiencia de veintitrés (23) mujeres con este sentimiento de rechazo a la maternidad, en el libro Regretting Mogherhood: A Sociopolitical Analysis, publicado en Signs Journal of Women In Culture and Society, de las cuales destacó su aborrecimiento a la maternidad, que no les impedía amar profundamente a sus hijos.

Este análisis arrojó una cruda realidad: la sociedad castiga con más dureza con el que lo hace con el deseo de no ser madre, al hecho de arrepentirse de serlo.

“Me resultaba duro decir que tener hijos había sido un error. Tardé mucho en poder pronunciar esas palabras, y pensaba ‘uy, si digo algo así, la gente pensará que estoy loca’. El caso es que, si pudiera volver atrás, estoy segura que no traería niños a este mundo”, confesó Sky, uno de los testimonios.

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Por su parte, la psicóloga clínica, Laura García Agustín, directora del Grupo Clavesalud, comenta que en toda su experiencia profesional ha recibido a muchas mujeres con este sentimiento.

“Ellas mismas se consideran un monstruo por sentir ese arrepentimiento, aún adorando a sus hijos y siendo madres excelentes y abnegadas. Así que, callan por miedo al rechazo social, a ser juzgadas y a no ser entendidas”, aseguró.

Para la psicóloga sanitaria, Carlota Boyer, especialista en Psicoterapia por la Federación Europea de Asociaciones de Psicología, asegura que el único pecado de estas madres fue tomar una decisión equivocada.

“Siempre que escogemos un camino, dejamos otro sin recorrer y podemos pasarnos la vida arrepintiéndonos de no haber tomado ese otro”, expresó.

Sin embargo, cuando no hay vuelta de hoja, lo que queda es hacerse responsable de sus propias decisiones.

“Para las mujeres, tener hijos significa un gran trabajo, muchas renuncias, sacrificios, preocupaciones, cambios y prioridades en incontables horas dedicadas a ellos, y esto no es fácil. El problema es que no se piensa en esto antes de tenerlos”, reveló la experta.

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Por otro lado, en muchos casos, la misma presión social nos orilla a tomar decisiones que realmente no se quieren tomar.

Y es esta misma presión social, la que nos reprende y penaliza cuando manifestamos este rechazo, como opina la especialista Laura García, quien reconoce que vivimos en una sociedad en la que predomina la doble moral: “puedes sentir algo fuera de lo normal, pero mejor no lo digas. Esto es lo que nos enseñan desde la infancia”, lamentó.

De acuerdo a los expertos en el tema, si se atraviesa por una situación así, lo mejor es romper el silencio.

“Los sentimientos no expresados, no compartidos, se enquistan y provocan serios trastornos emocionales, y una gran insatisfacción personal. Muchas mujeres somatizan esta culpa, esta vergüenza o frustración por sentirse arrepentidas y acaban enfermando físicamente”, dicen.

«Comprobar que no eres la única que manifiesta estas reflexiones que muchos califican como antinaturales, y que son criticadas por la sociedad, no solo es reconfortante, también es la prueba de que se ha asumido ese sentimiento.”, asegura Boyer.

Y es que, las consecuencias de guardarse la culpa y el sentimiento de ser juzgado, pueden repercutir directamente, tanto en la madre, como en los hijos.

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“La evolución de ese sentimiento puede tomar diferentes grados y trayectorias. Se pueden llegar a casos extremos, como madres que se desentienden de sus hijos a medida que estos creen, o incluso, al infanticidio”, advirtió la psicóloga.

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Claves o consejos para sobrellevar esta situación:

  • Reconocer los sentimientos y permitirse tenerlos.
  • Ponerle nombre a las emociones y dejar que salgan.
  • Decir en voz alta lo que se siente.
  • Compartir las reflexiones con alguien de confianza.
  • Tratar de averiguar las creencias que provocan ese malestar, las cuales se deben cuestionar y cambiar.
  • Si no se puede con esta situación, buscar ayuda profesional.