“Te amo”, “te quiero”, “te adoro”. Son las expresiones más comunes para reflejar un sentimiento de cariño y apego hacia otra persona. Pero, decirlas no es tan fácil. Cuando nos enamoramos nos embargan un montón de dudas y temores que, naturalmente, son más palpables en las personas que han sufrido por algún desamor.
En otros casos, a veces sencillamente no tenemos idea de lo que queremos, y cuando es así, es mejor dejarlo claro, porque nadie es lo suficientemente importante como para mantener en la intriga, espera y expectativa, a alguien que sí sabe qué es lo que quiere y que nos quiere.
Por ello, si la amas, y el temor o la duda te invaden, siéntate un momento a solas contigo mismo, y piensa ¿Por qué no se lo has dicho o demostrado? ¿Por qué aún no te has arriesgado a llevarle a una cita? Y si ya lo hiciste, ¿Por qué carajos aún no le dices que quieres algo con ella?
Nadie vale tan poco como para merecer permanecer en la intriga por las decisiones de otro, y presta mucha atención a esto: Así como tú probablemente ya estés enamorado de ella, hay cientos de pretendientes que también están detrás de su carisma y belleza.
No eres la única persona que logra ver cuan hermosa puede ser ella. No eres el único que quisiera ofrecerle el universo con todo y estrellas. Si ella te escogió a ti, es porque sabe que, entre cientos de propuestas, a ella la única que puede llenarle y hacerle feliz, es la tuya.
Por ello, no dejes para mañana lo que puedas demostrarle hoy. Si la amas, supera el temor, porque mientras tú te refugias en tus miedos y dudas, hay otros saltándose muros para llegar a captar la atención de esa persona que te escogió a ti.