En toda pareja así como hay momentos intensamente felices también los hay bastante desagradables. Es así que los malentendidos son algo natural, pues no siempre dos personas, por más que se amen, estarán de acuerdo en todo.
Hemos leído listas y listas que reflejan los errores que los hombres suelen cometer en una relación, pero eso no implica que nosotras estemos libre de culpa… o en todo caso de responsabilidad. Es por esto que resulta importante estar atentas a la manera en que actuamos con nuestra pareja y que puede poner en peligro la estabilidad de nuestro vínculo.
Si quieres conservar lo que tienes con tu media naranja, lo mejor es que evites a toda cosa asumir las conductas que te detallaré a continuación:
#1 Ejercer presión sobre él
A veces nuestro chico puede pasar por momentos de fuerte indecisión, y lo peor que podemos hacer para ayudarle es presionarle para que asuma rápidamente una postura, y mucho menos a través de chantajes emocionales.
#2 Victimizarte
Aun si eres la víctima de algo que él hizo mal, llenarte de culpa innecesaria lo que hace es bloquear la capacidad para resolver el problema que te hace daño en primer lugar. No es eliminar el dolor por completo sino vivirlo en su justa medida.
#3 Volverte dependiente de él
Está bien que seas un poco celosa, pues eso dice que quieres proteger y cuidar a los tuyos. Sin embargo, cuando el asunto se sale de las manos pecamos de controladoras y no le dejamos respirar. Aunque nuestra intención sea tenerlo más cerca, lo que terminaremos logrando es que se espante.
#4 Reclamarle constantemente
Nadie está exento de cometer errores, así que la mejor manera de evitar que se repitan no es reprocharle todo el tiempo la misma cosa. Siéntate a escucharle y a darle ánimo para que entienda que estás allí para motivarle y no para aumentar su frustración.
#5 Echarle la culpa de todo
Así como él ha errado en su relación, tú también has cometido ciertos errores que capaz no has visto claramente pero ya es hora de hacerlo. Recuerda que una relación es de dos, así que la responsabilidad sobre la misma recae en ambos por igual.
A veces se hace cuesta arriba identificar nuestras propias equivocaciones, pues como dice el dicho es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que el tronco en el nuestro. Sin embargo, si empezamos por ser honestos con nosotros mismos y entendemos que no todo en la vida es perfecto, habremos iniciado el camino hacia el desarrollo personal.