Hay que aprender a dejar ir a los amores que no son de tu talla. Algunos son muy grandes y dan tanto de sí que sentimos que tanto amor no cabe en las manos… Otros en cambio, son tan cortos que sencillamente nos aprietan y asfixian.
Debemos buscar un amor que sea justo de nuestra talla. Un amor que asfixia por lo general decepciona, porque esperamos mucho de tan poco y nos hace sentir que estamos amando solos.
Estos amores nos quitan el aire en cuanto que sentimos una profunda desolación por mantener una relación un amor no correspondido.
Por otra parte, si el amor nos queda muy grande, posiblemente nos sintamos inundados de tanto afecto que la verdad preferimos huir de él de algún modo.
Recuerda que debemos buscar siempre un amor que se adapte a justo lo que necesitamos.
Tarde o temprano, llega. Algunos, a la primera, otros, a décimo intento. Lo que quiero decir es que todas las personas les llega su amor en distinto orden y tiempo.
Unos deben pasar por una gran cantidad de tallas hasta conseguir cuál se ajusta a su tipo de amor, otros, por suerte, lo consiguen de inmediato.
De este modo, los amores varían de tono, color, forma, porque son dado por personas y las posibilidades y variaciones son enormes.
Solo es cosa de probar, probar y probar. No te frustres por las pequeñas o grandes tallas, porque cada una de ella deja algún aprendizaje del cual podemos aprender, para que, la próxima talla, sea más y más acorde a nuestras necesidades.
No te conformes con un amor que no es de tu talla, porque tarde o temprano, te cansarás de llevarla encima y si te acostumbras, vivirás con un gran o pequeño puesto en ti, pero de forma infeliz, inconforme y muy estresante.
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