Se trata de una frase que todos dicen pero que pocos entienden a profundidad. ¿Y es que cuándo saber dejar ir y cuándo no?
Es posible que estés haciendo bien las cosas en tu relación, pero tu pareja quiere irse. ¿Te has preguntado por qué? ¿Será que hiciste algo malo y no te diste cuenta? ¿Qué ganas al pelear y qué ganas al dejar ir?
![]()
Si le hiciste daño, no dejes de luchar para que te perdone, pero si ella no desea hacerlo es mejor darle su espacio antes de que termines asfixiándola. Dale tiempo y aire y asumamos nuestra responsabilidad sobre lo ocurrido.
Si es que el amor de ella hacia ti ya no existe, es casi trabajo perdido hacer que vuelva. Deja que se vaya si es lo que quiere, pues si es lo que le sirve para estar bien eso será suficiente para ti. Volverá si sigue amándote pero a su tiempo.
Otras veces lo que ocurre es producto de la confusión. No sabemos qué queremos ni cuándo ni cómo, y preferimos decir adiós para poder reordenar las ideas. En todo caso lo mejor que pueden hacer es sentarse a conversar y ser sinceros en todo momento sobre lo que desean de la relación y lo que no.
Y así como estas tres circunstancias pueden ocurrir muchas más. Sin embargo, lo determinante de todo es si de verdad amas a esa persona lo primero y primordial es recordarnos cuánto nos amamos a nosotros mismos y luego podremos dar amor a otros, respetando sus decisiones aunque nos duelan y siendo lo más sinceros posible.
![]()