Darlene Lancer, experta en relaciones de pareja y terapeuta certificada, reveló acciones que podemos llevar a cabo para recobrar la fe en nosotras mismas. En sí, una víctima es un individuo que ha sido engañado, dañado y lastimado debido a sus propias emociones, ignorancia, un evento desafortunado o sobre por las acciones de alguien más.
Darlene Lancer asegura que la mayoría de sus pacientes admiten haber sufrido abuso emocional pero por ignorancia no lo reconocían. También se puede ser víctima de relaciones familiares codependientes o padres con enfermedades mentales como trastorno bipolar, antisocial, personalidad narcicista y más.
En ambos casos la víctima sufre ataques físicos, verbales, traición, manipulación y otras formas de abuso que alteran su percepción de sí misma, su imagen personal y la habilidad de protegerse de estos ataques. Hay quien no reconoce su estatus de víctima por miedo y por culpa. Si de niño no supo defenderse, de adulto también será difícil.
No podemos dejar fuera el estado de negación, donde ante los abusos, tratamos de justificar o entender al abusador. Enfrentar la verdad es vital para lograr un verdadero cambio, debemos de ser capaces de reconocer el tipo de abuso y expresar cómo nos hace sentir. Entender esto nos da nuevas fuerzas y entonces somos capaz de detenerle.
De igual manera en esas ocasiones donde nos sentimos víctimas y culpamos a nuestro exterior, le adjudicamos una responsabilidad que realmente nos concierne a nosotras mismas. Desde una situación en el trabajo, una circunstancia emocional hasta una falta de acción en algún área. Podemos decir que es por otros que no logramos lo deseado.
El entender, aceptar y cambiar lleva tiempo, no amaremos el proceso pero sí el resultado. Por esta razón, a continuación, presentamos parte de este proceso.
- Aprender: Informarnos sobre todo lo que podemos hacer ante tal situación, saber es poder.
- Pedir apoyo: Es esencial, buscar un especialista en salud mental que pueda guiarnos.
- Observarnos: También debemos observar las reacciones y conductas de quien nos rodea. La respuesta lo dice todo.
- Establecer orden: Asegurarnos de identificar los pasos que debemos hacer para lograr lo que nos propongamos.
- Identificar y satisfacer nuestras necesidades: Es algo que depende de nosotras, y de nadie más.
- Cuestionar nuestras creencias: Evaluar y re evaluar en qué conceptos creemos y cómo nos hemos privado de cumplir nuestras metas.
- Asumir la responsabilidadide nuestras elecciones: No es lo mismo decir “yo quiero…” a “yo tengo que…”. Aceptar nuestra responsabilidad es el primer paso al verdadero cambio.
- Acción: Adquirir las habilidades necesarias para cumplir nuestras metas. No importa si nos lleva tiempo, lo importante es hacerlo.
- Aprender a ser asertiva: Esto nos ayudará a ser auténticas, a marcar límites y a fortalecer nuestra autoestima.
- No culpar a otros o ponernos a la defensiva: Asumir la responsabilidad de nuestra felicidad, desdicha y nuestra parte en los desacuerdos de todas nuestras relaciones, no importa si el otro lo hace o no. Tratar de arreglar lo que provocamos a lo que ccontribuimos.