Cuando todo se vuelve tan rutinario, cuando los saludos son con un movimiento de cabeza o simplemente pasan de largo, podemos decir que algo en esa relación está fallando.
Nos podemos dar cuenta sobre los riesgos de ruptura, en estas tres características que definen a una pareja: el deseo sexual, la intimidad y los proyectos en común. Cuando estos tres pilares se tambalean, la relación también. Así, estos serían, a su juicio, signos peligrosos:
- Si ya no sientes ningún interés por tener sexo con tu pareja.
- Si ya no existe la intimidad que antes tenían, donde compartías momentos bonitos y de calidad, donde reían por cualquier cosa.
- Si no tienen planes de futuro juntos, o estos planes ya no coinciden.
- Si prefieren quedar con sus amigos a todas horas en lugar de tu pareja.
- Si ya no se divierten.
- Si tienes la sensación de que pasan todo el día discutiendo.
- Si empieza a parecer el fantasma de los celos.
- Si te sientes desmotivada en pareja.
- Si no paras de pensar que mejor es estar sola.
- Si te molestan más cosas de las que te gustan.
Uno piensa que la infidelidad es lo que arruina a una pareja. Pero la experiencia nos dice que no siempre es así. Tiene que haber amor y, sobre todo, muchas ganas de resolver los problemas y ganas de presentar la batalla ante las dificultades.
La reconstrucción, siempre en pareja
Para poder construir a una pareja que ha estado al borde de la ruptura, se tiene que trabajar conjuntamente, es difícil desde ámbito individual. Por ello, debe de haber un compromiso por parte de los dos. Estos serían los pasos que habría que seguir:
1.- Lo primero que tienen que hacer es determinar si están de acuerdo en reconstruir la relación. Esto es un trabajo de a dos.
2.- Tienen que dejar de competir el uno con el otro y comunicarse de forma eficaz. Tienen que ser sinceros con su pareja, pero sin hacer daño. Hablar de una forma que busquen la solución ante la comunicación y no la pelea.
3.- Aprende a escuchar a tu pareja. Tienes que respetar sus decisiones y tomar en cuenta sus ideas para poder formar una mejor relación.
4.- No tengas miedo de pedir perdón, harás que la otra persona se sienta bien porque se dará cuenta que ambos comparten esta relación.
5.- Aprende a perdonar los errores de tu pareja. Todos somos humanos y tenemos derecho a equivocarnos. Recuerda que están construyendo.
6.- Se agradecido por las cosas buenas que tu pareja tiene, eso le va a aportar seguridad en sí misma y confianza en ti.
7.- Refuercen sus vínculos, haciendo las cosas que siempre hacían juntos y los hacían felices.
8.- Aprende a ser flexible. A veces pensamos distinto y eso es bueno porque enriquece la pareja y la hace crecer.
9.- Aporta calidez a tu relación. Acércate más, acarícialo, túmbense desnudos, sin más finalidad que la de estar el uno junto al otro. No importa la ocasión sólo se cariñoso con tu pareja. Siempre hay tiempo.
10.- No tengas prisa por recuperar la pareja. Dale el tiempo suficiente para recuperarse. No fuerces las cosas o no se solucionará nada. Aquí hay que ser lentos pero seguros.