El arte y la literatura nos hablan de los amores fallidos que tienen las parejas exitosas, ya que son pocos los romances que son capaces de superar cualquier obstáculo. Con tan sólo hablar de las obras de Johann Wolfgang Von Goethe, “Las cuitas del joven Werther”, transmitiendo al lector un sentimiento de pasión. El impacto de esta novela fue tan grande que tras su publicación aparecieron los primero ejemplos de lo que los psicólogos hoy llaman suicidio mímico.
Si alguien se encontraba en un amor no correspondido y leía el libro, recurría a la opción de que el protagonista de este texto preromántico: quitarse la vida. Quienes tomaron esa decisión, no conocían las múltiples posibilidades que tienen los humanos de superar a quien ama.
Muchas personas se derrumban frente al rechazo. La doctora Helen Fisher, antropóloga, nos dice, en conjunto con algunos neurólogos de la Universidad de Rutgers, que el amor activa las mismas zonas neuronales que algunas drogas como la cocaína y nicotina. Así descubrieron que lo que se conoce como mal de amores, realmente puede ser tratado de manera similar a una adicción.
Si la persona amada viene a tu mente, no lo imagines o lo recuerdes como un ser perfecto al que nunca vas a ver o tocar otra vez. Es un humano como cualquiera y por lo tanto tiene defectos. Enumera todas esas cualidades negativas y date cuenta que ganaste más de lo que perdiste al no estar con esa persona.
Mantén tu mente ocupada en algo. El amor, como cualquier otra emoción, deriva de un proceso mental; así que si alejas tus pensamientos de esta concepción y te concentras en otras actividades, poco a poco te darás que todo sentimiento hacia esa persona desaparecerá en algún momento.
Sería bueno que conozcas nuevas personas, no para una relación amorosa sino para entablar amistades y crear nuevos recuerdos. Debes saber también que no necesitas a nadie para ser feliz, la felicidad se encuentra en cada uno de nosotros.
Debes aceptar que no todas las relaciones funcionan. La mejor parte de la vida es aprender de esas experiencias para así convertirte en un verdadero experto en el campo del amor.
Como señala Fisher, es cierto cuando nos dice que el tiempo lo cura todo. La intensidad del amor no dura para toda la vida, en algún momento ese amor va desapareciendo, convirtiéndose en un recuerdo, disminuyendo cada vez.
Antes de considerarte la persona más desdichada del mundo, sería bueno que mires a tu alrededor para darte cuenta de que hay miles de personas sufriendo el mismo rechazo, puede que sea con más intensidad. Encontrar la manera de salir de este mal, sólo depende de cada uno de nosotros, de ser capaz de querer recuperarte para tener una mejor vida, sin ninguna tristeza de un antiguo amor.