A veces no nos percatamos de lo maravillosas que somos. Como mujeres nos caracteriza la dulzura, la simpatía y la espontaneidad, pero por no tener suficiente autoestima caemos en el error de ocultar nuestro verdadero ser bajo una serie de máscaras.
Y es que a veces escondemos quienes somos por miedo al rechazo y a la crítica de quienes amamos, pero con el tiempo este ocultamiento nos trae como consecuencia una gran frustración que pudiera llevarnos al camino de la depresión.
Aparentar ser algo más es un peso muy grande que en cierto momento se hace difícil de sobrellevar. Además, nos dice que tenemos que revisarnos pues aún hay cosas en nuestra personalidad que debemos trabajar, tal vez asuntos del pasado relacionados con la manera de ganarnos el cariño de los otros.
Es por ello que hoy te invito a que seas tú misma, pues así como eres es que ganarás un amor real por parte de los demás. Rompe ese círculo vicioso de esconder sistemáticamente tu verdadera personalidad por temor al qué dirán y afronta la vida de manera directa. Empezar por allí hará que alcances un alivio sin precedentes.
Conocerse uno mismo es un acto de liberación, y más aún cuando uno se atreve a ser plenamente, eso sí: nunca dejando de lado el respeto. Y créeme: no hay máscara que dure mil años, pues con el tiempo cae por su propio peso, así que es mejor que antes de que eso pase tú misma decidas destruirla y experimentar la verdadera paz.