Los hombres consideran que el contraer matrimonio trae consigo una gran responsabilidad, además de nuevas experiencias, de las cuáles no saben si podrán afrontarlas. Causándoles temor, cierta intranquilidad, por lo que deciden eludir de esta conservación.
Existen algunos motivos específicos del porque no desean ello y por lo que piensan huir del matrimonio, y acá te dejamos algunas de ellas:
1-. Dinero
El dinero es una de las principales razones para que los hombres huyan del compromiso. Cuando se está soltero se conocen en las libertades económicas y las oportunidades que surgen al tener dinero que solo les pertenece a ellos.
Sienten que si se casan aún sin cumplir sus objetivos económicos o laborales tal vez les cueste más aún llegar a la meta.
2-. Responsabilidad
La palabra “matrimonio” instantáneamente activa en ellos el pensamiento que este compromiso requerirá de muchas responsabilidades. La inmadurez emocional puede marcar fuertemente este miedo, que muchas veces suele estar acompañado por el temor a ser padres (“si me caso ella querrá tener hijos pronto”). debilidades y cargas para él.

3-. Temor al fracaso
Temen que el matrimonio pueda terminar con lo bueno de la relación. Ya que actualmente se ve en el día a día varios divorcios y tienen muy presente eso en sus mentes.
4-. Es la correcta?
Muchos de los hombres no están seguros, si la relación que tienen es la mejor. Si esa es la mujer indicada o si hay alguien mejor esperándolo en su futuro. Si realmente es ella con quien quiere vivir, si seguirá siendo igual en el matrimonio, como cuando eran novios. Y cosas así pasan por su mente.
Una de las opciones más elegidas para “probar” la compatibilidad en la pareja antes de casarse es la convivencia. Superada esta instancia están listos para el gran paso, pero si él muestra algunos de los “síntomas” mencionados no sería conveniente forzar la situación.
5-. La zona de confort
Cuando los hombres se casan pierden muchísimas libertades, pierden su independencia. Este hecho les resultar terrorífico, pues ellos no desean dejar de ir a sus lugares especiales, ni dejar de ver a sus amigos. En ocasiones hasta temen no poder seguir viendo a otras mujeres.
El matrimonio es una decisión de a dos, por lo que antes de forzar nada es conveniente dejar que todo fluya para que sea una resolución consensuada y no haya reclamos a futuro.