Quiero ver tu foto sin que me de un salto el corazón.
Quiero verte al otro lado de la calle sin que me suden las manos por los nervios.
Quiero poder pronunciar tu nombre sin que me provoque un suspiro.
Y quiero hablar de ti como una gran persona y demostrar que no te guardo ningún rencor.
Y quiero hacerlo, no por amor, sino por respeto.
Quiero demostrarme a mí, que soy lo suficientemente fuerte para aceptar que no todo lo que deseamos, podemos obtenerlo.
Quiero convencerme de que tú no eres indispensable para vivir.
Quiero que te des cuenta, que puedo ser feliz contigo o sin ti.
No pretendo demostrarte que me importa tu ausencia, todo lo contrario.
Quiero que te percates de que estando lejos o cerca, ya no haces ninguna diferencia.
Porque ahora, tu amor tiene un lugar en mi memoria, pero no en mi corazón.
Porque ahora, los besos que no nos dimos, ya no me atormentan en la noche.
Porque ahora, los “te amo” que sé que fueron mentira, no me quitan el sueño.
Y porque ahora, lo mejor que hay entre tú y yo, es esta distancia desde la cual podemos observar todo lo bueno, lo malo, lo desafiante, lo que dejó enseñanza, lo doloroso y gratificante.
Quiero recordarte de la mejor forma posible.
Sin rencor ni odio.
Sin un “te amo” por decir.
Sin cuentas que saldar.
Quiero recordarte sin que me duelas.