La gran mayoría de nosotros no solemos demostrarnos como somos por medio a lo que dirán o miedo a ser rechazados. Pero existen personas que nos hacen sentir tan cómodos que hace que fluya nuestra personalidad de forma normal, sin cohibirnos.
Son esas personas que tienen algo que no sabemos definir, que nos invitan a tener plena confianza y a sentirnos con total libertad para comportarnos como queremos y como nos pide el cuerpo en cada momento.
“Uno no puede ser uno mismo de manera absoluta cuando se está en público, porque estar en público ya te obliga a cierta autodefensa.” -John Lennon –
A veces no queremos exponernos y negamos algunos gustos, ciertas músicas, etc. En otros momentos podemos incluso obviar u omitir información sobre nosotros que nos solicitan o que estaríamos encantados de contar.
Poco a poco, vamos dejando de ser nosotros mismos dejando nuestros gustos sólo para no querer “incomodar” a los demás.
Sin embargo, a veces encontramos personas con las que podemos ser nosotros mismos y con las que nos conseguimos sentir realmente bien.
Desgraciadamente este tipo de conexiones son escasas, así que hay que saber apreciarlas y conservarlas, ya que nos ayudan a contemplarnos y a trabajarnos en esencia.
Sé tú con total libertad, no te cohíbas antes nadie. Eres especial y tienes que respetarte. Y que mejor mostrándote cómo eres ante la sociedad. Nadie es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo, pero existe personas que van a congeniar contigo y te harán pasar grandes momentos.
Es mejor estar con las personas que te quieran de ver que con personas que conocen tu parte farsante.
Valorarnos es costoso, pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.