Quédate con la persona que haga de los momentos vergonzosos, algo digno de recordar. Quédate con quien te haga reír lo suficiente como para olvidar tus dolores del pasado.
Quédate con quien vea en ti los defectos y no se intimide por ellos.
Quédate con quien ame cada comisura de tu cuerpo.
Porque inconformes existen muchos.
Criticones vagan por la calle en manada.
Y personas vacías salen a plena luz del día entre multitudes.
Y entre tantas caras extrañas, una deslumbra, no por su belleza, sino por su carisma. No por su cuerpo, sino por su espíritu.
Quédate con esa persona que alumbró entre la multitud, entre los vacíos, los criticones e inconformes.
Quédate con quien mantenga una conversación contigo y haga de los silencios un lugar para el descanso y no para sentirse incómodos.
Quédate con quien te bese y desnude con la mirada.
Quédate con quien sepa amarte de verdad.
Porque oportunidades de tener sexo siempre habrá a diario.
Amores fugases habrá por montones.
Ilusionistas del cariño siempre estarán al asecho.
Y maestros del engaño siempre buscarán dar una estocada a tu corazón.
Por eso, quédate con quien sepa hacerte el amor, con amor.
Quédate con quien no se vaya al amanecer.
Quédate con quien se preocupe por hacerte sentir amada.
Quédate con quien decida quedarse sin que se lo pidas.