“Cuckolding”, por su traducción del inglés que significa, “Cornudo”, se trata de una práctica que se ha ido colocando de moda pero al mismo tiempo, han generado una enorme polémica alrededor de dicho tema. Socialmente, no es aceptado que una mujer mantenga relaciones sexuales mientras el hombre ve, pero esta práctica trata justo sobre eso.
Por obvias razones, esta práctica se considera algo vergonzosa para el hombre, ya que literalmente, le pide a su pareja que le sea infiel solo para cumplir con sus deseos sexuales, pero eso no le impide al hombre llevarla a cabo con pleno acuerdo de su pareja, solo que es un tema que mantienen en pleno secreto.
A pesar de que suene terrible, algunos científicos afirman que esto puede ser una buena práctica para la pareja, ya que les permite fortalecer la comunicación y sentir una fuerte liberación sexual. Justamente, es de ese punto que surgen muchas de las discusiones de la pareja, pues la mayoría de las mujeres que accedieron a las exigencias de su pareja, lo hicieron bajo una condición no muy favorable.
Este tipo de mujeres fueron amenazadas con terminar la relación o sintieron una fuerte presión a la posibilidad de negarse a las fantasías de sus parejas, casi todas ellas afirman que no lo volverían hacer. Al mismo tiempo, se han realizado estudios que demuestran que dicha práctica puede atentar contra el derecho sexual de la mujer y cuando existe un matrimonio, se rompe el compromiso de fidelidad estipulado por la ley en ciertos países, el cual puede ser penado.
Según el Dr. Justin Lehmiller, psicólogo de la Universidad Estatal de Ball y el Dr. David Ley, psicólogo y escritor de “Mujeres insaciables”, el “cuckolding” es un acto liberador en cuanto a que permite ver de manera honesta las fantasías más retorcidas del hombre y al mismo tiempo, ayuda a reafirmar la seguridad de la mujer en cuanto a tomar una decisión de si irse o quedarse luego de dicha práctica.
“Esta fantasía ha existido tanto como el matrimonio y la sexualidad”, dijo a CNN el Dr. Lehmiller.
A pesar de lo que comentan las mujeres, los expertos del tema, afirman que muchas personas han logrado encontrar placer en esta fantasía. Para afirmar esto, se ha hecho un estudio en parejas de USA, donde se dice que el 60% de los hombres disfrutan de la práctica y hasta un tercio de las mujeres ha fantaseado con engañar a su esposo.
“Las parejas que he visto que tuvieron éxito haciendo que los cuernos fueran parte de su vida íntima, tenían algunas de las habilidades de comunicación más efectivas que he visto en cualquier otra pareja”, indicaron.
Para concluir, podemos decir que esta práctica no puede considerarse “buena”. A pesar de que los científicos afirmen que se trata de un acto liberador con el que pueden cumplirse fantasías por medio del engaño, sin ser engañados irónicamente, moralmente, sigue siendo un tema delicado.
El asumir un compromiso con una persona, va más allá de cumplir fantasías, es un asunto de valorizar a la otra persona y que dentro de una relación haya una entrega o se le pida a otra persona que entregue su cuerpo en pro de satisfacer los deseos del hombre, incluso, si la mujer está de acuerdo, es una manera de atentar contra la dignidad y el valor que se tiene sobre el compromiso.
Por mucho amor que se haya, un compromiso se hace con la finalidad de crecer y mejorar como personas, no de sucumbir a las fantasías sexuales, ya que para ello pueden tenerse relaciones abiertas donde el aspecto emocional no tenga mucha importancia.
Pero vale, esto dependerá de cada persona y de su educación moral. Usted decide.