No siempre en toda relación todo será color de rosa, aunque no queremos que sucede, existe la probabilidad que por algún motivo determinado uno de los dos desee pedir un tiempo para evaluar algunas aspectos con los cuales no se sienta bien en la relación. Algunos no podemos aceptarlo y hacemos de todo para retener a esa persona, sin embargo lo ideal es dejar que esa persona se aleje o tome el tiempo que sea necesario para evaluar las cosas.
Pero durante ese tiempo no debes quedarte con los brazos cruzados, también debes aprovecharlo para pensar en las cosas que te trajo esa relación. A continuación existen al menos tres situaciones que, si se presentan, te ayudarán a decidir si tomarse un tiempo es prudente o debes decir adiós definitivamente:
Cuando no te quieren
¿Vale la pena seguir en una relación insana donde no nos aman? Mendigar amor puede resultar triste y algo humillante porque lo que está en juego es tu persona, y si el otro, el que está por “encima”, acepta dar limosnas, no te merece.
“Si es evidente que no te quieren y sigues allí a la espera de la resurrección amorosa, dispuesta o dispuesto a responder a cualquier insinuación, te extralimitaste”.
Cuando obstaculizan tu autorrealización
No dejes que el amor que sientes por tu pareja impida el desarrollo de tus talentos y capacidades personales. Me refiero a los deseos que te mueven, de lo que quieres hacer, de tus motivaciones vitales, de lo que te empuja a ser lo que eres y no otra persona. Un amor que exija la ‘castración motivaciónal’ e intelectual del otro para que funcione, no es amor sino esclavitud.
Cuando vulneran tus principios o valores
El límite de lo negociable es la dignidad personal, es decir, la opción de ser valorado, honrado y respetado. No dejes nunca que esto pase. La dignidad tiene que ver con la autonomía y la autodeterminación. Cuando te sientes digno sientes que eres merecedor de respeto. Cuando tienes dignidad no dejarás nunca que te humillen.
“Cuando negocias tus principios y tus creencias fundamentales, así lo hagas por amor a tu pareja, niegas tu condición y dejas: de quererte a ti mismo.”
Piénsalo, si sientes que tu relación ha llegado a alguno de estos puntos es momento que dejes ir a esa persona y pensar en ti primero.
Fuente: El arte de saber vivir