Encontré al novio de mi mejor amiga con otra, no sabía si decirle la verdad
La vida, es un mar de emociones, sensaciones, sentimientos y situaciones. Es como una ruleta o una esfera gigante que da muchas vueltas y nos pone en posiciones muy incómodas, nos hace elegir entre decir la verdad y lastimar, u ocultarla y provocar un daño mayor.
Y todo se torna aún más incómodo, cuando se trata de nuestros amigos, pues los amigos son ángeles sin alas que nos regala la vida, son únicos, personas que llegan para convertirse en familia, en hermanos, con los que pasamos innumerables situaciones.
Y englobando todo esto, de situaciones incómodas y mejores amigos, es encontrarse al novio de nuestra mejor amiga con otra. Es por ello, que, ante este dilema, presentamos la siguiente historia, narrada desde la realidad de su escritora.
“… No sabía si decirle la verdad. Por un lado, me negaba a que siguieran lastimándola, pero por otro, no quería verla perder la fe en el amor.
Yo estaba en una cita con mi novio, íbamos caminando por el malecón de nuestra ciudad y entonces lo vi, ese chico por el que mi mejor amiga se la vivía suspirando, del que hablaba sin parar como si fuera el mejor hombre del mundo. Ahí estaba casi comiéndose la cara de otra mujer.
Me quedé muda, y mi novio preguntó si era algún ex, con voz pausada y mucha desilusión le dije que no, que era el novio de mi mejor amiga, que saber esto le rompería el corazón. Entonces él me preguntó si le diría o no. Vaya dilemma mental me provocó.
Por una parte, me sentía llena de furia al saber que este hombre le había mentido quién sabe desde cuando, quería golpearlo y hacerlo sufrir por el dolor que le causaría, pero por el otro, no tenía idea de cómo decirle a mi mejor amiga que la había engañado, ¿qué tal si no me creía? ¿qué tal si él lo negaba y ella se alejaba de mí?
Las preguntas eran muchas y las respuestas pocas, pero finalmente decidí que lo correcto no era lo fácil, que era mejor hablarle con la verdad aunque la incomodara, y evitar que ese hombre la lastimara más. ¿Qué tal si la engañaba con más mujeres? ¿Qué tal si le contagiaba alguna enfermedad? Mi amiga no se merecía eso.
Al día siguiente la vi, lo primero en nuestra orden del día era saber cómo iba todo con mi novio, qué tal la cita, la pizza al horno a la orilla del mar, la caminata romántica. Ahí fue donde hice el cambio drástico y le dije que había visto a su novio en el mismo lugar con una mujer, revelé todo sobre la infidelidad.
Por unos segundos ella no supo qué decir, después me pidió todos los detalles. Le dio un par de sorbos a su café y me dijo que tenía que hablar con él. En su voz había molestia, también dolor y quizá un poco de agradecimiento, la verdad es que a nadie le gusta que le oculten cosas.
Una hora después habló con él, lo confrontó y aunque él trató de negarlo, no tuvo opción. Mi amiga no le dio oportunidad de engañarla una vez más, no escuchó más mentiras. Después de ahí, pasó un mes sufriendo, pensando en qué había hecho mal para que él la engañara, creyendo que quizá debía darle otra oportunidad.
Después empezó a tranquilizarse y vio que más allá de las mentiras, él había fallado en otras cosas, sabía que no era perfecta, pero no se merecía un engaño así, ni de novia, ni de esposa, eso simplemente no se hacía”.
Así que, si alguna vez nos encontrsmos en una situación similar, lo mejor es hablar. Si bien hay un riesgo enorme, la realidad es que no podemos arriesgar el bienestar de nuestros seres queridos, ocultar las cosas también es una forma de mentir y sabemos que merecen todo el amor del mundo, todo lo bueno de la vida.