Por muchos años la idea de la masculinidad se ha asociado con dominio, fuerza, valor, coraje, características que definen el concepto “perfecto” de que es ser hombre.
El varón tiene que asumir ser el género fuerte. Sin embargo esta condición establecida por la sociedad supone una confusión en la identidad de género y el rol que maneja el hombre o debe asumir socialmente, esto establece la interrogante ¿qué es ser hombre?
Pareciera una constante asumir que el hombre debe comportarse socialmente con un rasgo único de personalidad que lo definirá como macho dominante y encasillándose a lo que la sociedad asume como perfecto o el varón ideal.
Sin embargo este perfil pre-establecido actualmente está en el tapete de discusión.
¿Cómo debería ser perfil del hombre en la sociedad, que es ser hombre en realidad?
Las mujeres han evolucionado mucho en torno a este tema.
Su imagen como “género débil” ha decaído a lo largo de los años y la razón existe por el hecho de haber flexibilizado esta imagen asumiendo roles que no eran propios de ellas.
Es así como el feminismo ha tomado lugar y su rol social ha abarcado un amplio campo en la sociedad.
El hombre, por el contrario sigue encasillado en un solo rol de ser el más fuerte, el más hábil, el más dominante e incluso el que mas provee.
Esto hace que el hombre al tener la responsabilidad de tener estas características y mantener ese status social, se vea presionado, confundido y hasta molesto.
Desde la niñez es acondicionado con la idea de que es ser hombre y como debe ser el patrón ideal a seguir.
El significado de que es ser hombre no debería suponer un prototipo que tiene manejando la sociedad por siglos, sino que debería ser más amplio y abierto según evolucionamos constantemente.
Debería ir de la mano en cuanto al desarrollo social.
Que es ser hombre no debe implicar renunciar a sensibilidades o dejar de expresar sentimientos y emociones, que es ser hombre debería significar ser universal y libre.