La verdadera esencia de una mujer madura sólo lo conoce ella misma, aunque podemos ver su seguridad en cada uno de sus pasos. Sabe cómo enfrentar sus miedos y reconoce que es capaz de alcanzar lo que se propone, así mismo sorprendiendo con la belleza de la vida. Tiene esa capacidad de expresar lo que siente, aunque raras veces lo hacen de forma impulsiva, teniendo así menos problemas. Ha desarrollado un tacto y prudencia para evitar lastimar o comprometer a alguien.
Nunca verás a una mujer inmadura aferrándose a alguien o algo, aprenden a apreciar el momento del presente con todo lo que tenga. Disfrutan de los pequeños detalles, de los amaneceres, de un buen vino, sin pensar en lo que pueda ocurrir después.
El amor se vuelve más comprensivo, pero también selectivo, tienen muy en claro lo que quieren y por lo que van a luchar para conseguirlo. Saben distinguir con facilidad aquello que sólo las entretendrán por un tiempo y en alguien que pueda ocupar un lugar especial en su vida. No están detrás de las mariposas del estómago, dándole paso a la preferencia de la tranquilidad y la estabilidad.
No les gustan invertir tiempo en algo que no les potencia en nada, detecta cuando algo no va a corresponder con lo que le gustaría en la vida y sin ningún miedo o remordimiento, puede dar la espalda a lo que no le conviene. Les nutre mucho las conexiones que van más allá de lo físico, las cosas que acarician más el alma. Quieren descubrir la verdadera esencia del otro y de aquello que les haga sentir libre.
Tienen una gran capacidad de amar, su amor se vuelve cada vez más incondicional, más realista y con menos expectativas. Ya no esperan nada de nadie, en algún momento se responsabilizan por su propia felicidad, lo que permite que quieran estar con alguien por su preferencia y no por necesidad. Ellas se sienten completas y se aceptan tal como son, no se exigen, ni recriminan nada, pero siempre haciendo lo que les llene, lo que les gusta, haciéndolo con total entrega, con pasión, ellas jamás darán resultados mediocres.
Una mujer madura ha aprendido a sanar, ha aprendido a tener memoria a lo que le hace sonreír, pero también a lo que le hace daño, alejándose de todo lo tóxico que se puede cruzar en su vida. Tienen en mente todo lo que disfrutan en la vida, les gusta vivir el ahora y los placeres de la vida.
No te sientas intimidado ante su presencia, la mujer madura nunca se alzará contra ti, es una persona muy humilde que sabe comprender a los demás. Si eres tú esa mujer madura, sabes que todo lo que he dicho es cierto y que eres capaz de dirigir tu vida hacia tu felicidad, haciéndolo con el corazón. No importa las lágrimas, ni las lecciones amargas, todo ello, tanto lo positivo como lo negativo, te han transformado en la mujer que eres actualmente, haciéndote mucho más fuerte y decidida con lo que quieres en la vida.