Aún recuerdo ese primer momento, ese momento que cambio mi vida. Fue un día cualquiera, nada especial. Con un clima algo cálido, había salido sol pero no quemaba casi nada. Había llegado tarde a la universidad, así que estaba segura que había perdido mi clase. Comencé a vagar por el patio, mirando los alrededores, buscando wifi para poder conectar mi celular y entretenerme en mis redes sociales.
Es en eso cuando de la nada, voltea a mi derecha y veo que venía un chico alto de buen porte con cara de niño. Se acerca a mí y me pregunta la hora. No podía decir nada, tan sólo mirarlo y pensar como este chico tan lindo me puede hablar, nada era real, todo parecía un sueño.
Me sonrió y me volvió a preguntar, yo parpadee y nerviosa le dije la hora. Al escuchar eso se agarró la cabeza de preocupación. Se había dado cuenta de que estaba tarde. Siguió él hablándome, diciendo que tenía una práctica y que esperaba recuperarlo. Yo le sonreía y le habla sobre los cursos.
Nunca lo había visto en mi vida, pero nos hablábamos como si fuéramos patas de tiempos. Comencé a sentir esa conexión que no se siente con cualquiera. Esas que quieres pasan hora y ni cuenta te das. Se sentía tan bien hablar con él, todo fluía de una forma tan natural. No se notaba nada fingido, todo era tan maravilloso. Es un desconocido, no podemos esperar nada de un desconocido. Realmente ese pensamiento estaba erróneo. Puedes esperar mucho de una persona que no conoces. Puede sorprenderte y hacer tu día maravilloso.
Creía en ese momento que era prematuro, pero si me había enamorado. Sentía esa sensación tan exquisita. Las mariposas revoloteaban en mi estómago, locas por querer salir de ahí.
Pero lo bueno de todo esto, es que fue el día en que comenzó mi aventura con este extraño. Que se volvió mi amigo y ahora es mi enamorado. Vamos ya casi un año de relación, y aún no entendemos cómo es posible que nuestro encuentro haya sido tan extraño y la conexión inmediata. Siempre nos reímos cuando recordamos nuestro encuentro, fue tan de película.
Créeme estas cosas si pasan, sólo es cosa. No te desesperes, todo llega a su tiempo y en el momento menos esperado tendrás una historia así de mágica como esta. No importa si algún día terminamos, nunca me arrepentiré de haberlo conocido.