Definitivamente hay millones de motivos por los cuales las parejas pueden disolverse, sin embargo existen una serie de factores que harán que la relación se venga abajo sin que exista mucho que se pueda hacer.
Nortes diferentes
Ciertamente cada una de las personas que conforma una pareja tiene sus sueños individuales, tiene sus propósitos, quiere alcanzar metas determinadas, pero cuando los proyectos no están alineados entre sí o no se pueden llevar en paralelo el resultado puede ser que una de las personas o bien ambas abandonen sus sueños o que se despidan para ir tras ellos.
Egoísmo
El pensar que las cosas propias tienen más valor que las de la otra persona es un problema que marca la relación y puede fácilmente disolver los sentimientos que mantienen unidos a la pareja, establecer las prioridades en función de intereses propios y no comunes lleva a la decepción y frustración a la contraparte.
No solidarizarse
La pareja debe ser ante todo amigos, integrantes del mismo equipo, por ello la falta de solidaridad, de lealtad, puede resultar que la otra persona comience a desconfiar y se resienta.
Las quejas y las críticas
Nada más desgastante para una relación que la constante crítica, cargada de expectativas no cubiertas. En la relación se pueden plantear asertivamente oportunidades de mejora, sin embargo estar siempre mirando el punto negro acabará prontamente con las ganas, la tolerancia y el amor.
La crítica es inútil porque pone a la otra persona en la defensiva, y por lo común hace que trate de justificarse. ― Dale Carnegie
La injusticia
Cuando no observamos compasivamente al otro, tendemos a ser injustos, cuando no somos empáticos podemos llevar a cabo acciones alejadas del beneficio común. Es necesario aprender a evaluar y a equilibrar las cargas para que ninguna de las personas se vea afectada.
Expresarse de mala manera
Si bien es cierto que esto es algo totalmente subjetivo, también es cierto que hay parámetros de cordialidad y respeto en los cuales la pareja debe hacer sus planteamientos, por ello es necesario expresarse procurando siempre el bien común, pensando en mejorar la relación en lugar de destruirla.
No responsabilizarse o responsabilizar al otro
Es sencillo escurrir el saco y lavarse las manos responsabilizando a otro de lo que entendemos que no nos compete, es necesario que ambas personas se comprometan y entiendan que cada uno tendrá una responsabilidad particular y ambos la general de cuidar y mantener la relación.
Traer fantasmas del pasado
Todos tenemos un pasado y de él nos llevamos una experiencia, pero eso no puede representar de ninguna manera que ese pasado se haga parte del presente, que tome lugar o que existan comparaciones asociadas. Cada quien debe controlar su pasado, respetando a la pareja y su tolerancia.
Si quieres que funcione, tendrás que dejar ir algunas cosas.
Fuente: Rincón de Tibet