La vida tiende a tornarse confusa en muchas ocasiones, pues hay una etapa en nuestra vida en donde quizás se nos presenten varias oportunidades con caminos diferentes, y es nuestra responsabilidad hacer una elección, elegir un camino el cual tengamos que recorrer a lo largo de nuestra vida, en donde con cada paso aprendemos cosas distintas, experiencias que nos dejan una enseñanza.
Sin embargo, cuando no tenemos lo que esperamos o como lo habíamos idealizado, el arrepentimiento abre paso en nuestra conciencia, y empezamos a cuestionarnos si tomamos la decisión o el camino equivocado.
Podemos lamentarnos por decisiones tomadas que nos han traído consecuencias que hubiésemos preferido no vivir, lamentar el tiempo invertido en algo o alguien. Podemos arrepentirnos y culparnos, así no sea con papel protagónico, podemos sentir esa nostalgia por algo perdido o por caminos no recorridos.
Pero, es importante tener presente que las cosas no ocurren de manera casual, todo tiene una razón. Cada experiencia, relaciones y pasos, tienen la intención de ubicarnos exactamente en lo que debemos vivir para nuestro crecimiento, visualizando desde diferentes ángulos la vida y sus milagros.
Confiemos en el proceso de la vida. Sin recriminar nuestro pasado, quizás lo que hicimos en su momento fue lo único que pudimos haber hecho con los recursos y el conocimiento que poseíamos, o, por el contrario, simplemente teníamos que vivir ese momento para poder ver la vida desde otro punto, darle más valor, aprender de las experiencias, y ser mejores personas en el futuro.
Es un completo desgaste energético totalmente inútil revisar el pasado para sentir culpas o remordimientos, recordar penas o desear tomar venganza. Solo debemos utilizar nuestro pasado con fines prácticos, aprender lo más posible de él, ver cuánto hemos crecido y qué fortalezas hemos desarrollado.
Por más enigmática que pueda resultar la vida, no debemos perder de vista el propósito principal: Ser felices, pues la felicidad es el producto de una perspectiva cargada de mayor consciencia, donde podemos apreciar cada momento y aceptarlo tal y como es, sin pretender que sea diferente.
Debemos aprender a mantener nuestra serenidad a pesar de la tormenta, no buscar afuera lo que solo está en nuestro interior.